Tengo lista la maleta. Todo está en orden. El último chequeo -según el médico-, arrojó resultados satisfactorios. Lástima querida, que hayas tenido que partir antes. Siempre imaginé que haríamos juntos todo el trayecto, pero siempre surgen los imprevistos. Recuerdo como reíamos pensando en la vejez, en los hijos, en los almuerzos los domingos. Ahora pienso, solo acá en la habitación, asomado a la ventana, en los viajes que no hicimos, mientras espero que llegue el taxi para irme al ancianato.

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