Las circunstancias quisieron que aquel día comprara un billete de tren, el del primero que saliese. No me importaba el destino, sólo que me llevara lejos cuanto antes.
Recuerdo haber pisado una ciudad gris, abrazada por una muralla. Desde lo alto vi baldosas empapadas. Pude escuchar los murmullos de las personas. Noté el viento frío sobre mí. Esperé a ver cómo las farolas reaccionaban a la noche y vi aparecer luces en las ventanas de las casas.
Recuerdo que viajé para no viajar más.
OPINIONES Y COMENTARIOS