Después de años me pongo en marcha. Mi vida aqui se termino, el boleto de avión me espera. La vida tiene tiempos y este es uno. No soy flexible. No soy como tu, aunque creas que soy de tu madera. El miedo aprisionalo fuerte entre tus manos me dices ¡Es fácil decirlo! La sonrisa es la sabiduría que tu ya has adquirido, inamovible aún en el destierro ¡Estar vivo! Otra vez la despedida, esta vez con lágrimas de anciano, mi corazón resquebrajado. No soy capaz de quedarme en casa.

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