Llevo años queriendo volar a Cuba. Es por eso que todas las primaveras me abro la barriga con la esperanza de que las mariposas se escapen, me agarren por las solapas de la chaqueta y me ayuden a atravesar el Atlántico envuelto en alas de colores.
Quiero ver el Malecón desde el cielo.
Quiero leer a Guillén resguardado a la sombra de una palmera.
Y como veo que tú también tienes cicatrices en la barriga, me preguntaba si querrías acompañarme.
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