Pero, bonita, hace mucho que no sé nada de ti.
¿Cómo te van las cosas? ¿Qué las guía? ¿Te acuerdas de cuando llovía y me cayó encima un aguacate y se partió en tres ya en el suelo? En aquella calle, la favorita de tu ciudad. Un hombre nos dijo que siempre ocurría, siempre caía un aguacate al día, pero no podía prever cuándo, así que no hacía nada, todo el día preocupado, decía. ¡Qué incertidumbre!
¿Sigues viviendo en la misma ciudad, calle?
Tienes que responderme.
Mañana salgo de viaje hacia ti.
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