Recuerdo lo que el profesor contó, en mis años de escolar, sobre aquella tierra de inventos y filosofía. Hoy todo es un caos de cifras y viejas fotografías, una escuela sin grandes recursos y la ilusión de aquel extranjero que suplìa con sencillez la escasez de material.
Llevo mi imaginación en una bolsa de ropa, la esperanza junto al rosario que aquel médico regaló a mamà y la ilusión de una vida europea. Tengo miedo mientras beso a los míos y pienso que al menos, por una vez, veré el mar.
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