Tengo los propulsores listos y los datos orbitales correctos, tengo comida y oxígeno suficiente para el viaje de ida y el de regreso. Mi compañero Totó está presto y expectante. Controlo los últimos parámetros de la aeronave, chequeo las puertas de seguridad y los niveles magnéticos. Está todo en condiciones. Es hora de despegar. Si todo sale según lo planeado podré volver antes de que mamá y papá se despierten de la siesta.
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