Me siento con nostalgia por la luna de anoche que me dejo esperarte en sus piernas para no quedarme a oscuras.
Soñe en la mitad de dos montañas tocando la guitarra que me regalaste, titilaba bajo el agua y tu eras los pedazos de mar que me seguían.
Se cruzaba tu voz con el sonido de mi guitarra como dos barcas,
aveces en el aire, aveces en la música.
Si todo eso fue verdad, yo canto por el gato que nos vio en la oscuridad, así hablo de ti y de mi a las olas que conocen como susurras, como besas.
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