Lagrimas que sumergen mi ser en una fría soledad, díganme porque se apoderan de mis pensamientos, entristecida va mi alma al compás de cada gota y mientras recorren mi rostro decaigo en el desierto de mis recuerdos y se vuelve a mí las vidas pasadas, vidas en las que era feliz, en las que apreciaba el dulce sabor de la serenidad, de la noche, del día, del aire que cantaba para mí las más bellas canciones, decaigo segundo a segundo y no me dicen nada, lagrimas, no aniquilen mis ilusiones, no pasen la página, no, no lo hagan que mientras estoy al borde del abismo, voy encontrando la fuerza que le falta a mi frágil vida, entonces, los lamentos toman ventajas y no sé cómo calmar este mar turbulento que arrasa con todo a su paso, podría huir, pero no quiero, podría fingir, pero no puedo, tan solo me quedan mis lágrimas y mientras desangro las sobras de mi ser, van apareciendo las estrellas que siempre estuvieron ahí, pero que olvide por mirar otro cielo, por vivir otra historia que nublaban mis ojos y ahora reconozco que tan solo era cuestión de tiempo para encontrarme de nuevo, limpiar mi rostro y continuar. Lágrimas, ya no tengo miedo, ya no se congelan mis brazos porque mientras caía al precipicio encontré el universo que había perdido.

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