Vi la luz de sus ojos… y me llené de noche.
Y la noche llegó, con ojos llenos de luz de noche.
Claro y cansado día, te vas, poco a poco. Busco las sombras entre los árboles, las nubes, los montes.
Con pasos universalmente medidos, vas a esconderte abrazando la penumbra. Vete, ya no eres. Día, ya no estás.
Ya solo veo la luz en unos ojos de noche, tentadora, promiscua, misteriosa. Invitando al olvido del claro, pasado y oculto día.
Ya solo oscuros y eternos, veo sus ojos. Ojos de noche, cuerpo de noche, olor de noche.
Curvas frías, volátiles,apasionadas. Sonidos torpes, susurros prohibidos. Roces, carne, ternura. Solo placer, goce, ternura.
Apenas… Sus ojos de noche me reflejan, no me conozco, mis ojos ya son también de noche, negros.
Son como tú de noche.
Negros.
Palabras, sin sentido ni sonido, se amontonan en un baile de labios temblorosos.
Elsilencio, lo siento, la siento.
El deseo es más rápido que el tiempo, que la realidad de la noche.
Me rindo, abandonado en su oscura mirada, en su torpe beso, en esa oscura sonrisa que me apuñala.
Mas allá no existe nada, el mundo ha desaparecido, la vida, la muerte, todo desaparece, no es.
Solo la noche.
La nada se precipita sobre mí.
La noche.
El universo es pasión, su pasión es mi universo.
Gozo con sus goces, amo su amor, siento con sus sentidos.
Mis caricias me acarician, su dolor es el mío.
Y el placer, su placer…
Paz.
Única noche entre las noches, el egoísmo es ajeno, no está, cuando das no puede estar.
Amor total, imperfecto como buen amor, torpe, miedoso, vivo.
La noche me puede, me pierdo, me dejo. Eterna noche que el alba destruirá. Poniendo un aparte infinito hasta la noche, otra noche.
Oscuridad enamorada de noche, de la nada y de todo.
De ojos, de piel, de olor, de noche. Estallido ciego de pasión, negra, opaca a miedos de luz, apenas vergonzosos.
Miro la Luna, testigo muda y cómplice perfecta.
Guardiana de secretos llantos de alegría, reflejo del insano sol que no ve, oculto en su rencor luminoso, y mío.
Una leve mirada al “aterrador” amanecer me maltrata, ya es infernal el día, la luz del día, el mundano olvido de la vida.
La noche acaba, triste, lentamente como vino.
No me quiero ver, ya no soy, no me conozco, y cierro los ojos al día.
Envidia de difuntos en su eterna noche, eternos sueños de noche.
Quiero morir, y morir de noche.
Encontrar mi reflejo en el oscuro iris de tus ojos.
Y nadar en su oscuro mar y ahogarme. Fundirme en su negritud, y por fin… descansar arrullado en tu silencio.
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