Despertar
Eres un rayito de luz
Que entró por mi ventana
Esa que lucía mustia y olvidada
por falta de cuidado y cariño.
Me hiciste ver lo que me perdía
por estar esperando esa luz
que haría desaparecer la oscuridad
que consumía el alma mía.
Hiciste que la descubriera en mi interior
y cuándo lo hice, comencé a vivir.
Nostalgia
Hoy amanecí con unas ganas locas de tocarte, de cubrirte de besos, de recorrerte entero y adentrarme poco a poco en tus secretos … Hoy amanecí con ganas de tí, del sabor de tus besos, de esconderme en lo más recóndito de tus deseos … Hoy amanecí con ganas de tí y dibujé tu rostro con mis labios, acaricié tus mejillas y con mis dedos jugué con tu pelo … Hoy amanecí con ganas de tí y al despertar sobre sábanas mojadas me di cuenta que sólo era un sueño … Y que tu estabas lejos.
Liberación
Liberé mis ansias
En un cuerpo que no era el tuyo.
Mientras lo abrazaba,
Mordí mis labios
Para no gritar tu nombre.
Deseé tus besos,
Cuando me besaba…
Y mientras hacía el amor
¡Era a ti a quien amaba!
Cuando te pienso
Cuando te pienso
Se me dibuja una sonrisa
Y siento de nuevo esa
Alegría infantil de antaño.
Tu recuerdo despierta mi
Fantasía y me traslada a
Una dimensión fabulosa
Dónde todo es posible.
Inverosimíl atracción
que despierta mis sentidos
Y nubla mi razón.
Vendaval de emociones
Que hace vibrar
lo más profundo de mi corazón.
Amor Tardío
¿Por qué llegaste tarde a mi vida amor de Otoño?
Eres cascabel de mi alma, locura adolescente que me llena de vida e ilusión.
Sabor de besos furtivos, deseos de caricias reprimidas y sueños inalcanzados.
Dulce placer prohibido que alborota mis sentidos y rompe todos mis esquemas.
Viniste como suave brisa, dando vida a mis horas grises, despertando sensaciones
que creía ya dormidas para siempre.
Hiciste brotar en mí sentimientos encontrados, delirantes fantasías que me mantienen
en vela, consumida en un fuego pasional que abrasa mis entrañas, acelera mis
latidos y nubla mi razón.
Trajiste alegría y esperanza y, con ellas, la inquietud de desear lo que no se ha tenido
dejándome inquieta con un sabor agridulce cargado de distancia y melancolía,
preñado de anhelo y de impotencia ante la certeza de lo irrealizable.
No sé que hacer con esto, pues el dolor me inunda el pecho y, mientras espero a que
llegue el olvido, agradezco la dicha de haberte conocido.
Uno
En la tranquilidad de mi cama
En las primeras horas de la noche
Cuando todo es sosiego
Mi pensamiento vuela
Hasta alcanzar tu recuerdo
De pronto ya no hay distancia
Y estás aquí conmigo.
Mi fantasía se materializa,
Y mi cuerpo va reviviendo
Tus caricias, tus olores, tus besos.
Un suave calor me va recorriendo
Y culmina entre mis piernas
La humedad aparece, y mis manos,
despojadas de tu cuerpo,
Buscan satisfacer mis ansias de ti
Deslizándose, pausadas y tenaces
Hasta encontrarse en el vértice, mientras,
Mi respiración, se muda en jadeos
Y mis labios musitan tu nombre,
Como queriendo acallarlo.
El ritmo se acelera hasta que,
es imposible contenerlo,
y tu nombre se me escapa extático
como en un trance.
De pronto, como por arte de magia,
la distancia desaparece
y en ese breve instante
nos convertimos en Uno.
Te vas
Hoy te vas y me dejas cargada de incertidumbres,
Preñada de sueños,
Loca de besos sin concretar.
Hoy te vas y me inunda el miedo
Asoma la melancolía de
Extrañar aquello que nunca
Se ha poseído ni se poseerá.
Hoy te vas y despierto convencida
Que estamos de paso por esta vida
Y los momentos robados de felicidad
Son lo único verdaderamente nuestro.
Hoy te vas y en la distancia
Presiento el sacrificio
De dejar en libertad tantas quimeras
Ondeando al viento cual banderas
Con el aire como único sustento,
sin más remedio que seguir volando para no caer.
Hoy te vas a tierras lejanas
y en tu partida recojo promesas cual flores marchitas,
hilvano canciones que nunca escucharé,
contando recuerdos de un manoseado rosario que apenas recé.
Hoy te vas y presiento tu ausencia, anticipo experiencias
y me gozo con la certeza de aventuras que te enriquecerán.
Indiferencia
Sola entre la gente,
que mira y no siente.
Sola entre la gente,
que ya pasa sin verte.
Tu cuerpo lacerado
testigo de los años
cual saco de huesos
cuelga consternado.
Los surcos del tiempo
muestran ya su herida
por la indiferencia
tantas veces sufrida.
En tu oscura piel
se muestra tu destino
un destino cruel
destino del olvido.
Vereda
Vereda sola, vereda triste
que algún día un camino fuiste.Lejanos recuerdos recrean tu historia,
que con el tiempo la memoria borra.
Gloria de un día, recibiste paciente
el agitado vaivén que ahora recientes.
Fuiste testigo de muchos destinos,
y ahora no tienes siquiera un amigo.
Ya nadie te mira, ya nadie te busca
ya por tus surcos ninguno se cruza.
Profundas heridas hoy marcan con saña
el pasar de la gente que ahora tu extrañas.
Te sientes tan solo, tan débil y usado
que si por ti fuera, te habrías marchado.
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