Allá sobre una colina

está la casa donde nació mi padre.

Más allá de las tierras sangrantes,

con alguna alfombra de oro viejo

que las ovejas rumian a la sombra de una encina.

Esa es la tierra mía,

esa es la tierra de nadie,

el lugar dónde quisiera morir

para volver a sentir de noche

un beso sobre la frente.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS