SARNA SOBRE LA FLACA

SARNA SOBRE LA FLACA

Julio Alberto

04/09/2018

1.SUFRE

Lo peor de la herida no es cuando nace,

sino cuando el dolor se asienta en la carne

para recordarnos siempre

que allí nos dieron un golpe.

2.GOOD LUCK

En la calle hay putas,

niñas a las que los ovarios no les han sangrado.

Mientras, yo enfrento el dolor de la resaca con pureza, sin ibuprofeno.

Muriendo a cada aliento perdido.

Mátame. Mátame, por favor.

Mátame porque quiero y siento sin querer sentir.

Soy un producto fallido sin remedio,

ni ganas de remediarme.

Asco y muerte.

Eso es lo que respiro al oler el aire por la ventana.

Aun así me quiero, a mi manera,

por no poder querer a nada que desconozco

y ni me llego a conocer.

Caos. Perros salvajes meando y cagando en el portal.

Cuanta vejez, en un cuerpo tan joven.

Una niña me ofrece una mamada por 1000 dinares.

Blowjob man. It’s cheap. It’s good.

Es como una rata apaleada buscando despojos de comida.

Una bella amapola, convertida en heroína.

Lástima y la vida sigue.

La vida siempre sigue aunque no te apetezca perseguirla.

Sigo bebiendo whisky y cerveza y sigo pensando que me deshago por vicio y masoquismo.

Un bicho me come por soledades las venas.

Y no sé, no sé, no sé yo, que cojones sé yo de nada si ni me sé a mí mismo.

Ya se me escapan esos 5 años en la cama, sin susurros, ni olor a muerto de cemento.

Solo sudor, solo carne cocida hasta la desaprensión.

Alejado de esas niñas, de esas putas y de la resaca.

En la calle hay todo lo que quieras encontrar

y lo que no quieras ver.

Esa es la calle.

Thank you baby, I need go home. Good luck.


3.CONSUMO Y CABRON

En esta sórdida era

todo cuanto es inalcanzable

reside en pensar en silencio.

Todo chilla,

todo grita

y se altera sin remedio.

Pensar en silencio

mientras la vida se deshuesa el pellejo al rededor.

No hay remedio.

Pensar, pensar en silencio.

4.SALPICADO DE GRACIA

Crear es una enfermedad mental

y yo estoy enfermo.

No es que todos no caminemos sobre brasas ardiendo cada día

es solo que yo,

a diferencia de muchos,

me doy terrible cuenta de ello.

5.AMOR Y MIERDA ENVUELTA

Las cosas no se callan

y me estoy volviendo majara.

Creo que es mi cabeza,

pero ya no estoy seguro.

Lo de fuera existe porque ella lo permite,

y lo de dentro porque ella lo provoca.

El silencio.

El puto silencio es algo que echo en falta.

Amar, amar la plenitud de un susurro muerto en el tiempo y el espacio.

Las cosas no se callan

y a mí me va a estallar el cráneo.

La cabeza que creía de oro y genio

y no era más que mierda envuelta.

6.UN SÁTIRO TE FOLLA EL CULO

La cama te riega como una lengua embadurnada en sudor.

no quieres,

ni puedes huir de estas pringosas sábanas.

Te aporreas el pecho con los dedos

y emerge de tu tripa un chismorreo suave

con textura eléctrica

avecinando el próximo pedo

después del cual seguramente

te rasques tu culo húmedo.

Llevas con ganas de escurrirte,

de escurrirte de todo

de la cama

la casa

la calle

la ciudad

el país

y lo que quiera que haya después

desde que te diste cuenta

de que nunca vas a encontrarlo todo

y que la búsqueda es la constante

en una vida que nadie ha pedido jamás.

Dan ganas de decir adiós, yo me abro,

me tiro de cabeza de este tren de mierda

que corretea sobre huesos secos,

los del abuelo y el padre que no imitaste y que no quieres ser

antes de estamparte contra la cara de un viejo cuervo loco

el coño sucio de una virgen

o la lánguida mirada del tipo que te pide todos los días una moneda cuando te escapas del metro.

Pero no hay lugar para ti, estás de más

y no puedes encerrarte en ningún lugar cómodo.

Nadas entre el infierno, pensando en el trabajo, en las facturas del piso

en la soledad que pides cuando te rodea la gente

y a la que le pegarías una patada en el culo cuando nadie te puede aguantar,

en si la muela se curara sola, o habrá que pagar al dentista

y si se infecta,

el whisky lo arregla todo

menos cuando el problema es el whisky

y eso solo se arregla con más whisky.

Te has encontrado a Dante un par de veces en el cuarto o quinto circulo.

El tipo anda más cansado que tú,

echándote en cara que te paseas por ahí

como una mona con zapatos de cristal que busca un pinta labios.

Encima, no por amor

o al menos por alguien que te quiera.

Te sudan las ingles,

los pies te pican,

y el de la funeraria te recomienda que,

aunque seas joven, deberías pensar en un plan para cuando el tabaco

y la comida procesada

y el alcohol

y las drogas

y las peleas

y oxidar el motor de la cabeza

te dejen tieso.

Paseándote por los infiernos del sudor

te das cuenta de que pasas la mitad del tiempo vivo,

pensando en cómo estarás muerto y en qué vas a hacer cuando lo estés.

Que valdrá más tu piel sin vida

que el ejercicio de tus manos con sangre dorándoles las venas.

El de la funeraria tiene prisa

y tú tienes que ir al banco a pagar una factura que te llega tarde y que no sabes si podrás pagar, porque te has dejado el primer dinero del mes en todo aquello que seguramente te mate y te libre de esa factura.

Giras la cabeza

cierras los ojos

saludas a Dante y a la vieja de ojos verdes que te guiña un ojo acariciando un lagarto que se come un dedo pequeño del pie, y te duermes.

Te olvidas del infierno,

de correr y quemar lo que te rodea

y vuelves a la lozana mortalidad de los sueños

donde todo es tan real,

como la factura de un ataúd que no te verás puesto

ni aun que lo pagues durante toda tu vida.

7.UN CACHETE PARA QUE LLORES

La placenta rota es un empujón hacía la caída más larga.

La que cuando termine te llevará a la matriz de la ausencia.

La espera es tan inevitable

como el propio fin.

Mejor ahogarse con el aire

a rezar por espantar el golpe,

a llorar por no poder evitarlo.

8.HUELE A FUEGO MOJADO

Huele a fuego mojado dijo ella.

¿A qué te refieres? Él solo podía pensar en las ganas que tenía de llegar a ese viejo hostal para meterle la lengua hasta el fondo del culo.

Es como si hubiese habido un incendio y lo hubiesen apagado de una sola vez. Con un único chaparron.

Es un mal barrio, aquí nadie se habría preocupado por apagar el fuego. Solo por disimular el olor de la carne quemada cuando todo hubiese acabado. El hostal quedaba solo a unas pocas calles. Era una chica digna, con un cierto duende moreno. Él acababa de llegar a la ciudad y ella todavía vivía con sus padres.

¿Crees en el amor?

Creo que se puede querer a alguien. Eso es todo.

Pues a mí me parece que tiene que haber amor. Si no… ¿Para qué todo esto?

Es como Dios, vale más que la gente piense que existe, a qué de verdad lo haga.

Eres muy pesimista.

Pero follo con mucho optimismo. Ella se rió. El hostal quedaba a diez metros. La dejó andar unos cuantos pasos mientras encendía un cigarro. Tenía las piernas cortas pero carnosas. La noche prometía. De veras olía a fuego mojado.

9.HA NACIDO MUERTO CON VIDA

Un poema nace en la muerte del pensamiento.

En la más profunda ausencia de silencio.

No se postra ante nada,

ya que solo existe para sí.

10.QUE NO TE DUELAN LOS GOLPES

Pizarnik decía

«Tú eliges el lugar de la herida»

pero no puedo estar de acuerdo.

Tú no eliges una mierda muchacha,

tú solo te doblas

como el alambre de espino

procurando no cortarte.

Me gustaría de veras que eligieras.

Que pudieses decidir

si ser violada,

si tu amor imperecedero morirá,

si tu madre se cortará las venas

porque tu padre la engaña,

o si tus antidepresivos serán imprescindibles.

Pero cariño,

lo siento de veras,

tu no eliges una mierda.

Lo único que te queda

es sentarte con la cabeza alta

a la espera de la bala

que seguro,

te atravesará la carne.

Tú no eliges una mierda cariño,

pero puedes elegir

mantener la cabeza alta

y reírte

cuando te estalle la cabeza.

Ojalá pudieras escoger,

de verdad me gustaría.

Pero tú solo puedes,

y debes,

mantener la cabeza alta.

Olvidándote incluso

de que te abrieron la cabeza.

11.PENSABA QUE IBA A SER DURO

Llevo tres días sin beber,

estoy constantemente rodeado de gente.

Gente que me ofrece de todo,

alcohol, chismes de colores, polvos de cal y sabe dios qué cojones más.

Y resulta fácil decirles que no.

El único momento en el que he sentido

la insoportable necesidad

de lubricarme el pozo de carne

y sentir como se me adormece,

y entumece

el estómago,

ha sido estando solo

escribiendo este poema.

Es un lujo saber

que uno puede

vivir sin beber,

condenado

sin embargo

a tener que vivir escribiendo.

Ya me he acabado la cerveza.

Otro poema.

Otro «gluglu» para el aspirante.

Silencio POR-FA-VOR,

la acrobacia es mortal.

12.RÁJAME LA PIEL HASTA ENCONTRARTE.

Aún es pronto

pero poco hay que me emocione a parte de mí mismo.

Escuchar la locura de la palabra en un verso

mientras te deseo desnuda a mi lado.

Estás triste, lo sé.

Tu familia está muriendo y un poco de ti parece esfumarse a cada día.

La mala suerte te espolvorea carcoma sobre el pecho.

Últimamente olvidas lo importante;

pisar fuerte el fuego para que no te queme.

Eres como una amarga brisa salada intoxicando mis pulmones,

hueles a suicidio

y mis sobacos apestan a matar el tiempo.

Cobarde y necio

por amarte sin saberlo.

Me escuece la herida del pecho

a la que has escupido un vinagre

perfumado con saliva blanca

y flujo de azúcar.

Arriesgarte a amar ha sido mi sabrosa condena. Mi sangrante chorro de suerte.

Aún es pronto

y hay poco que me emocione a parte de mí mismo.

Salvo tu presencia,

o tu olvido.

13.LA RAZÓN DE NO PARAR HASTA MORIR

La habitación ardía como un caldero en el infierno.

No había forma de dormir.

Fui al salón en busca del hielo de las paredes,

solo encontré gotas de pintura que se deshacían en sudor como mi piel.

La sabanas estaban empapadas y la funda de los cojines olía a polvo.

El ventilador estaba roto,

no había Dios que lo arreglase

ni dinero para otro nuevo.

En la tele solo había basura

y ni los canales pornográficos

conseguían enseñarme unas piernas que me la pusiesen tiesa.

Supongo que me había vuelto un sibarita,

de esos que no follan

si los pelos del coño no están teñidos de azul.

El vecino comenzó a pegarle golpes a la pared,

señal de que la tele le molestaba.

La apagué y encendí la radio.

Los golpes volvieron a retumbar,

volví a apagar el aparato.

El tipo de al lado mató a su mujer hace un par de años,

y eso que lo hacían con regularidad

quien sabe lo que haría conmigo.

La habitación del edificio de en frente emitía una lumbre que me quemaba los parpados,

no había forma de dormir.

Así que me quedé quieto,

mirando al techo bajo una luz tan tenue que no me permitía ni leer.

Parado,

como un cadáver rebozado en sudor aceitoso

haciendo lo único que se puede hacer en esta vida;

Fijar la mirada al infinito

sin hacer

absolutamente nada.

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