Escrito por: Dariel Arboleda Samaniego
Una rosa bella como el cielo.
Con espinas como las estrellas.
Derrama sangre como la lluvia.
En una copa llena de esencias.
Sus pétalos lloran sangre.
Las cuales recorren su tallo.
Llega al final de la copa.
Donde se acentuó esplendorosa.
Aquella rosa llora decepcionada.
Por un amor que la engañaba.
Esa rosa se entregó por completo.
Y terminó siendo lastimada.
Sus pétalos están abiertos.
Por entregarse por completo.
Y por aquella textura suave.
Se derraman esas dulce lágrimas.
Una copa frágil de vidrio.
Capaz de quebrarse con un corazón frio.
Dolida ella está en el alma.
Esperando que aquel dolor se vaya.
Aquella rosa dolida.
Es una mujer hermosa como las hadas.
Sus pétalos abierto, son como.
El corazón roto de aquella dama.
La copa llena de sangre.
Era de cada lágrima que ella derramaba.
Y aquella frágil copa.
Eran los sentimientos que el destrozaba.
El no supo valorar esa rosa bella.
Qué entrego toda a cambio de nada.
Y la frágil copa se rompió.
Y aquella rosa de dolor se marchitó.
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