Encadenada a su Conciencia

Estaba desesperada. Sentía que todo lo que debía alcanzar se alejaba cada vez mas de ella, cual agua entre sus dedos sin poderla detener.

¡Pero qué puede hacer!, si todo lo que quiso lograr se basó en un sueño efímero, que cuando quiso despertar ya era demasiado tarde. Pues el tiempo no perdona, y sin darse cuenta quedo acorralada cual ave enjaulada y ya no pudo escapar de su propia prisión.

Aquella que ella misma fue construyendo peldaño a peldaño sin saber que se convertiría en su eterna tortura.

¡Pero qué puede hacer!, si toda su vida estuvo presa en sus propios pensamientos, atada por sus propios perjuicios, destinada a una vida de amargura y soledad por miedo a intentarlo y fracasar.

¿Pero no es acaso de lo que se trata la vida?, de tropezar y caer, de levantarse y seguir caminando con la frente en alto, orgulloso de los errores cometidos en el pasado, sabiendo que no los traerás a tu presente.

¡Pero qué puede hacer!, si nunca conoció otra forma de vida, si lo que siempre hizo fue callar la voz de su entusiasta corazón, quien pedía a gritos la liberación de su alma rebelde e indomable, y decidió seguir la fastidiosa voz en su cabeza.

Esa voz, hipócrita que le decía que todo estaría bien siempre que las dos permanecieran juntas…

Esa voz, que en realidad solo buscaba su perdición…

Esa voz, quien al final se convertiría en su verdugo y se encargaría de callar sus propios deseos de libertad.

esa voz… esa voz…era yo