HÉROES

Hoy escribo desde la oscuridad

Desde espacios recónditos, secretos

donde me permito la tristeza,

donde no me avergüenza sentir debilidad.

Al fin, cuando salga,

habré recuperado la entereza.

Estamos solos en la vida.

Nadie vivirá nuestro dolor,

ni sentirá nuestros vacíos.

La gente se rodea de más gente,

se apoya en alguien que lo espera.

¡Es tan fácil ser feliz cuando no se piensa!

Pero nosotros somos los valientes

Nosotros, los solos, los solitarios.

Nosotros, que seguimos estando solos

aún en medio de la fiesta.

Los que no tenemos a qué aferrarnos,

los que no tenemos una tabla

en medio del naufragio.

Nosotros somos héroes.

Nos caemos y volvemos a levantarnos,

resbalamos, tropezamos y lloramos.

Caminamos por noches serenas…

Y afrontamos madrugadas de tormentas.

Solos, siempre solos…

y algún gato silencioso

que contempla cómo nos hundimos,

pero comprende nuestras almas deshechas.

Y amanece el día que comienza

sin que alguien sospeche

la batalla interna que libramos.

Bajo el sol seguimos caminando

inmersos en esa oscuridad

que traen las preguntas sin respuestas.

Continuamos siendo los guerreros,

valientes, héroes en silencio…

Nuestros propios héroes encubiertos.

PINTORA

¿Alguna vez pensaste en la magia de tus manos?

Esa magia gloriosa que te permite adueñarte del paisaje.

En tu cuarto de pintora, esperando del Cielo las señales

van quedando eternizados los momentos:

los ocres del otoño, el frío invierno,

la primavera que renace… y el verano.

Prisioneros en el tiempo los anhelos,

tu pincel trasnochando madrugadas,

mientras rescatas de las páginas de un cuento

partes de un pasado –que no te pertenece–

y sin embargo añoras y reclamas.

En tu cuarto de pintora… no sé…

presumo que hay duendes jugando:

los imagino escondidos entre tus cuadros.

O haciendo travesuras con tus cosas.

Todo está allí. Todo.

Envuelto en una atmósfera de ensueños

y un fuerte olor a pintura y aguarrás.

Pero también habitan los silencios,

y una amarga sombra de tu realidad.

¡Tantos sueños e ilusiones,

tanta fantasía dibujada en vuelo eterno…

Y sin embargo tanta soledad!

Los colores de los óleos disimulan tu tristeza,

Tu tristeza interminable.

Tu tristeza… que no termina más.

Y atrapados en la tela van quedando tus deseos,

tu esperanza eterna,

tu llanto sin lágrimas, tu dolor sin pena…

Porque nada pasa. Nada.

Aprisiona el lienzo tus esperas,

las horas de tu vida que se marchan,

el sueño de ese amor que no llega…

Siempre igual, pinta la mano los colores,

y si pintara la existencia… ¡tantos neutros!

¿Alguna vez pensaste en la magia de tus manos y su misterio?

De tan extraño es casi una ironía:

¡tanto color en tus cuadros,

Y sin color, tanta vida!

TUS PASOS

Muy cerca, aunque tan lejano

día a día pasas por éstas calles…

y por mis sueños sin sospecharlo.

Tu rítmico paso agigantado

yo quisiera acompañar;

y en las noches cuando vuelves

unirme a tu regreso taciturno,

plagado de misterio al caminar.

El destino sonríe a veces

y te cruzo en alguna esquina,

sólo queda el aire de tu prisa

que mi alma quiere atrapar.

En tu constante andar solitario

pasas siempre sin mirar;

como una sombra o un gran silencio,

ajeno a todo transitas la calle del boulevard.

Marchas ausente del mundo

que en torno a ti, gira y se mueve.

Suelo esperar tus pasos aún en horas inciertas,

sólo para ver por un instante

tu figura presurosa que se aleja,

Así pasan los días entre tu vida y la mía:

sólo calles… y tus pasos… Que te llevan o te traen.

Pero hay algo que nos acerca,

que sin saberlo tú, compartimos,

que renueva mi esperanza

y me lleva a pensar con nostalgia:

“Caminamos el mismo barrio…

y es tan tuyo como mío”

Y existen mañanas claras

cuando creemos que lo imposible

podremos un día alcanzar,

sueño entonces que se convierte

mi sueño en realidad.

Mientras tanto me contento

con sólo imaginar

que camino tus mismos pasos

¡y piso tu huella al pasar…!

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