El desengaño laboral

El desengaño laboral

Carmen García

09/04/2017

El trabajo se me parece a las relaciones sentimentales. Yo estoy en busca de un trabajo mejor, el trabajo de mi vida si puede ser, pero bueno, si no uno que me guste y me haga feliz, al que aguante cada mañana, porque he dejado de querer al que ya tengo, cosas de la vida.

Como en toda relación, todo empieza con la primera cita, o la entrevista, que piensas, “bien, tiene interés en mí”. Después de conoceros mejor llega el paso del “¿me llamarás?” y te parten el corazón cuando no lo hacen. Te quedas esperando como una tonta, con el ego roto, porque no eres suficiente para él y no se te valora. Un drama.

Si se alinean los planetas y ambas partes coinciden, se inicia la relación. Ésta empieza con mucha ilusión, muchos proyectos en común, se lo cuentas a todos y todo estupendo. Pero el día a día desgasta la relación y acabas pensando en cómo pudiste acabar así, en que no avanzas y que quieres un cambio de rumbo, porque te ves atrapada en un matrimonio de por vida nada excitante. O simplemente, no es como te pensabas que iba a ser y te desengañas, porque te prometió cosas que luego no cumplió, o te sacrificas y das mucho de ti y él no. Un abuso.

Eso si la relación no acaba por parte del otro. Ha aparecido alguien que lo hace mejor y te remplazan o te sueltan lo típico de “no eres tú, soy yo”, “siempre serás especial”, “no quiero compromiso” y te quedas en un limbo durante un tiempo en que no sabes cómo organizar tu vida sin él, cambiar la rutina y buscar en otro lado. Y todo esto mientras escuchas lo felices que están tus amigos con sus respectivos.

Luego están esas relaciones en que se necesita más de una pareja, porque uno no te da todo lo que necesitas, o esas tan breves que parecen una relación de adolescentes, de 3 a 6 meses, a lo sumo, cuando se pensaba en indefinido. También están esas relaciones esporádicas, en las que algún día de tanto en tanto a ambas partes les va bien hacer una faena sin compromiso alguno, las platónicas, en esas en las que te encanta el susodicho pero él no sabe ni que existes y es muy difícil acceder a él o las plenamente interesadas, dónde lo más importante es el dinero.

Por otro lado, el proceso de encontrar pareja laboral. Actualmente es terriblemente complicado dar con ella, y más si eres soltero con más de 45 o no tienes experiencia, nadie te quiere. Tienes que recurrir a especies de páginas de contacto, dónde te describes y si a la otra parte le parece bien pues adelante. Aquí se puede mentir lo que se quiera. Si cuela, cuela, tengo que destacar y llevármelo al huerto. Tengo la oportunidad de decir que soy mejor de lo que soy, ya si eso que se lleve la sorpresa luego.

En fin, a mí siempre me han dicho que cada persona tiene su ideal, que llega cuando llega y lo puedes encontrar en cualquier sitio. No hay que darse por vencidos, de todos se aprende algo y siempre se encuentra uno mejor que el anterior.

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