Aquel hombre exclamo: ¡ mala suerte !.

Con la cabeza entre las manos aquel hombre no puede evitar el torbellino de lagrimas que ruedan por su mejilla, a su lado la pagina principal del periódico resalta que en la jornada de cierre de la bolsa de valores, las acciones de aquella prestigiosa empresa han cerrado en perdida.

Todo el dinero que tenia acumulado por sus veinte años de servicios, los retiro el día anterior y corrió a comprar las acciones en ventas, pensando que seria una excelente inversión, pero el destino ha jugado en su contra y la falta de asesoría en un mercado tan volátil lo tienen ahora triste y acongojado.

Unas cuantas interrogantes ruedan por su cabeza:

¿Como llegar a casa y decirle a su mujer que ha perdido todo el dinero?.

¿De donde sacara dinero para comprar el regalo de cumpleaños de su pequeño hijo?.

¿Como pagaraa la hipoteca de la casa a fin de mes?.

Levantándose del banco de madera de aquella solitaria plaza, saca el pañuelo para secar sus lagrimas, agarra con rabia entre sus manos el arrugado periódico y encamina sus pasos hacia el hogar.