Triste han sido esos tiempos,

en que los malos dominaban el mundo,

se aprovechaban de la gente,

niños incluso eran esclavos.

Dominados por la maldad,

manejados por injusticia,

dominados por egoísmo,

piedad por nadie existía.

Dominante era el dolor,

del corazón un enemigo,

que sin problema lastimaba,

a todos los que ahí estaban.

Qué lágrimas que escurrían,

desde los ojos de los niños,

y la melancolía que sentían,

las madres de ese entonces.

Buena lección nos han dejado,

para elegir a los gobernantes,

hay que hacerlo con inteligencia,

y decir que el pueblo manda.

Si poder es lo que quieren,

que sepan ayuda prestar al pobre,

otorgar al necesitado,

y saber que robar es malo.

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