A María.

  L Á G R I M A S

———————

382598_130996553684115_182671.jpg

Antes de hacer…, CHOFF !!!

La lágrima te elige, porque así lo decide, cuando cree que es su momento, cree en ti, hay un convencimiento de que hace lo correcto, te humedece el cristalino, tu cuerpo se estremece, te invade una sensación de la cabeza a los pies por momentos inexplicable.

Es vergonzosa y no por el hecho de brotar, tal vez es porque simplemente no quiere hacerse notar. Tiene un cometido ineludible con lo que cree que es lo correcto y lo sabe.

Tal vez primero mire al vacío, el salto es importante, pero no duda, su convencimiento es total y su deseo máximo. Seguridad sería la palabra.

Va apareciendo como un haz de luz en una mañana hermosa, de esas cautivadoras, de forma sutil, no quiere hacer daño, no quiere herir. Se convierte en una caricia en tus ojos. Cae pero sin prisa, todo a su debido tiempo, las prisas no son buenas consejeras, nunca lo han sido.

Estudia un camino su camino, y la vida, aunque se le antoja efímera, la quiere compartir contigo.

No habla pero lo dice todo, es gentil, es sentimiento y lo sabe. Los sentimientos, buenos o malos se comparten y ella lo hace. Pienso… que si pudiera llorar, lloraría contigo, pero no lo hace. Se debe a un cometido mayor al de sus propios sentimientos. Al tuyo.

 Últimamente recurro a ellas, se han convertido, sin siquiera pensarlo, en parte de mí pero no cómo algo físico que sale sin más porque sí, no las busco, salen al encuentro de mis emociones. El momento antes de empezar a brotar ya se convierte en único, es el instante en que apoyo mi cabeza entre mis manos, me inclino hacia delante y reflexiono, con la mirada enturbiada miro a todas partes y a ninguna, mi mente trabaja a velocidad de vértigo pero no me desconcierta, es más lo asumo.

 Asociamos las lágrimas a momentos o situaciones especiales porque lo son. En la mayoría de los casos tristes, trágicos y duros, pero también como no, a la alegría y la esperanza, porque estas no nos negarán el derecho a seguir soñando, a seguir manteniendo la llama viva de un mundo dónde lo imposible no siempre sea una quimera,  que haya algo más detrás del cansancio y el sufrimiento, que mi llanto sirva para algo y que no te vea llorar, ahora no…,  tu sonrisa vale lo que no está escrito y aún queda mucho por escribir.

 Me gusta soñar despierto y un día me puse a soñar y soñé…

Existe un huerto donde yo vivo, pequeño pero bonito, y de vez en cuando, buscando la inspiración divina en esas horas nocturnas , cuando me cuesta conciliar el sueño me siento allí, una pequeña hamaca de colores tenues y tristes por el azote diario del sol, me conforta.

Antes de anoche, había una luna llena grande, majestuosa, cautivadora, parecía cómo si la pudiera tocar con las yemas de mis dedos, hubiese sido un acto precioso poderla acariciar, estaba tan bonita que …!

Fue entonces cuando pareció como si me sumergiera en un cuento, y no de hadas precisamente. En aquel huerto pasó algo entre extraño y maravilloso.  Me limité a escuchar absorto y atónito, lo que aquella hermosa   y mágica noche de Agosto allí aconteció.

–  Chissst, chissst, chissst.

Allí había alguien más conmigo y no me daba cuenta. Simplemente porque no ví nada anormal a mi alrededor, ni presencia humana alguna. Me quedé atenazado en mi hamaca, asiéndola tan fuerte como me fue posible y a la espera de acontecimientos.  De nuevo volví a escuchar y puse toda mi atención, era una voz femenina, dulce y llena de encanto.  Agudicé más si cabe mi oído, era todo oídos, sólo me faltaban dos antenas en la cabeza …

–  Chissst, chissst.

Silencio, Miré de nuevo a mi alrededor y sólo acertaba a ver a una hermosa tomatera que tenía frente a mis narices y que desprendía ese olor tan característico que dan una vez regadas.  Es un olor especial que a mí me encanta. Parece que la pituitaria baila al son de semejante perfume. De nuevo aquella voz …

–  Maruja, es que te has quedado dormida?  Ufff !!! Con la noche tan buena que hace. Yo estoy engordando por momentos, verás mañana como estoy.

–  Hola Pili, no, estaba durmiendo a mi Fermín, hoy ha hecho nueve días. Es un sol de hijo, has visto cómo mira a tu Adelita?, qué buenas migas hacen…!

–  Sí, ya lo creo, los veo muy acaramelados, no sé yo…, imagino que son cosas de la edad hija, yo cuando los veo me viene a la mente el recuerdo de cuando mi Paco me rondaba por las noches, aún estaba verde, en todos los sentidos, un buen zagalico y como tomate no tenía desperdicio, de los mejores de su especie, se lo rifaban Pili.  Cuánto me acuerdo de él, hay veces que… ,bueno…, ufff…, ley de vida, cuándo mejor estábamos, cuando la vida nos sonreía…, chasss¡! Se lo llevaron, no le dio tiempo al pobre ni de decirme,  Adiós  !  Cuándo no lo vi , me quedé sin palabras, todavía no he podido levantar cabeza, fue uno de esos días en que parece que a ti también te quitan la vida, se te ce el mundo encima.  Qué dolor tan grande…, Ayyy …, glup !! 

 

Desde mi asiento, en un lugar casi privilegiado y acercándome todo lo que pude, observé la mata de tomates en cuestión.  Era esplendorosa, atiborrada de hojas de un verde intenso y de entre ellas asomaban los dos apéndices en cuestión de un color rojo increíble, hermosos, ahora que pienso …, hermosas !  Mi curiosidad me llevó a extremar más si cabe mi atención y ví que de uno de ellos emanaba una gota alargada, transparente, casi cristalina, brillaba a la luz de la luna.  Bien podría ser una gota de rocío, pero a esas horas?, no sería más de la una y por entonces no era normal que éste fenómeno hiciese acto de presencia tan pronto.  Por lo que estaba oyendo yo lo achacaría más a una lágrima.  Sí, aquella conversación …

–  Maruja, no te hagas más daño pensando en eso, sé que es duro, claro que sí

Límpiate esa lágrima y piensa en tu Fermín, ahora te debes a él. A mí me pasó tres cuartos de lo mismo, una mata cómo ésta tan esplendorosa, vamos la envidia del huerto y ya ves, como tú, siempre se van los mejores.  Cuándo menos te lo esperas la vida te dá un vuelco que nunca imaginas y del que por mucho que te empeñes no te acostumbras.  Cuánto rezo por él, sin saber cual habrá sido su destino, si estará vivo o vete tú a saber, si nos echará de menos, sobre todo a Adelita …, Ayyy …, glup !

–  Lo ves Pili, ahora eres tú la que llora …

–  No yo sólo recordaba …

–  Sí Pili, recuerdos, eso és lo único que nos queda. Yo intento ser fuerte, saco fuerzas de dónde no las hay, me río mucho con Fermín, es obediente y creo que puede llegar lejos en ésta nuestra vida …, a veces pienso que ojalá cuándo se vaya dé con alguien que lo trate cómo se merece, cómo un buen tomate que es. Ya me da igual que sea rico o pobre, te diría más, si es pobre mejor, porque sé que sabrá apreciarlo en su justa medida. Hay tanta gente que pasa hambre …, al menos se irá con la sensación de que nuestro paso por la tierra a servido para algo y si es para aliviar el dolor de alguien que no tiene que llevarse a la boca, pues mejor !

–  Maruja por Dios, no pienses ahora en eso.

–  Soy realista, es nuestra vida y nuestro final. Has oído a ese humano que viene a quitarnos las malas hierbas y a regarnos?

– Sí claro, se le ve un buen chico, un poco tristón …y cómo fuma, demasiado para mi gusto, así está por las mañanas …, qué toses, hija.

–  Bueno pues dice que aquí hay una crisis de aquí te espero, que no sabe a dónde van a llegar, sin ir más lejos, dice que el otro día en la frontera con Francia estaban los agricultores de allí, quemando camiones españoles cargados con melocotones sí, esos tan fantásticos que tenemos en Murcia, eso sí que és una muerte terrible y una aberración para quién no tiene nada que comer. Cuestión de precios. Yo no entiendo mucho de eso pero la cosa está fea. Se queja de que el trabajo es precario y escaso, ya ni trabajar pueden, y yo me pregunto …, a ver quién nos va a regar a nosotras si él se va …, a mí me da mucha pena fíjate. También comentó algo del problema de la vivienda, menos mal que nosotras no tenemos ese problema, aunque pensándolo bien también nos podrían arrancar para construir una autovía de esas que se llevan ahora, un dineral que vete tú a saber dónde vá a parar …, bueno sí …, y por dónde al final pasan cuatro gatos, en cierto modo seríamos otro desahucio más, como el de ellos, y con el agravante de que nos iríamos a la porra …,míralos a ellos, gente que se ha tirado toda una vida pagando hipoteca, llegando a fin de mes a duras penas, haciendo equilibrios mil para dar una vida medio digna a los suyos, toda una vida trabajando sí, y algunos ya en la vejez cuándo deberían respirar un poco … zásss!!!, no pagas …, pues no hay casa, de un plumazo todo al garete. Que tristeza, hija!

 

Madre mía, cuanta ternura en lo que decían de sus respectivos y qué listas, no se les escapaba detalle, sabían de qué hablaban, dos…, mujeres hechas y derechas, sí señor.  Runa, mi perra, se sentó a mi lado, me miraba con cara de no entender nada, aquella postura encorvada hacia adelante que adopté le parecía cuando menos sospechosa, con mucho cuidado fui a encenderme un cigarrillo, pero me lo pensé mejor y por no atufarlas con el humo preferí darle vueltas al anillo de mi amada que también me relaja y continuar escuchando, no quería perderme detalle de aquella conversación.

–  Yo también he oído hablar de eso Maruja, de guerras sin cuartel y sin ningún

Sentido, gente que mata porque sí, noticias igual a muertos, qué espanto.  Luchas fraticidas, entre hermanos, que es lo que al fin y al cabo deberíamos de ser, pero no, el poder de la sin razón es lo que manda.  Una pena.

–  Ya te digo Pili, del hambre en el mundo ya ni hablar, se me abren las carnes tan

Sólo de pensarlo. Se habla del tercer mundo como mal mayor pero la cosa está tan mal que ya no se sabe dónde empieza el primero y dónde acaba el tercero.

–  Nosotras no tenemos una vida rimbombante, de grandes lujos, ni estamos para 

Tirar cohetes, pero si tengo que elegir yo me quedo con mi huerto, en mi trocito de tierra que es lo que me sostiene y me da la vida, qué Caray!  La tierra és agradecida, te da sin pedir nada a cambio, bueno sí…, que la cuidemos que hay mucho desalmado con derecho a todo, que nos están matando poco a poco, ni la simiente va a quedar. Incendios a mansalva todos los veranos, el tan consabido cambio climático, porque una ya no sabe cuando tiene que florecer, esto es un sin vivir, estaciones?, sí las de Vivaldi, no te digo!  Y el mar?, ese gran estercolero, hay de todo menos vida, qué desastre. Ellos solitos se están buscando la ruina, qué legado les quedará a los hijos de sus hijos, porque si no se pone remedio, esto no irá mucho más allá. Que nos están matando Maruja, que nos están matando…, aquí no se vislumbra ningún afán de cambio, ojalá, pero es triste decirlo, yo tengo mis serias dudas.  Aunque…, aún puede ver arreglo no?,

–  Ayyy Pili, ayer por la mañana, después del riego matutino, ese que a nosotras

Nos sienta tan bien y nos alegra la mañana vino un señor, hablaba con el que nos cuida, que dicho sea de paso, ojalá,  lo haga por muchos años pues se le ve buen tipo, yo la verdad es que no tengo queja, pues…, como te decía, hablaban entre ellos y no pude por más que prestar atención, fue mientras tú acicalabas a tu Adelita, por cierto…, que mona que está, toda una mujercita, pues…,ay! Que me lío…, lo siento, la cabeza se me va de un tema al otro, será que me hago mayor, no sé…

Pues como te decía, le hablaba de lo mal que lo ha pasado en la vida, que ni mucho menos ha sido un camino de rosas para él.  Estuvo hablando largo rato de lo difícil que resulta ahora encontrar trabajo a personas de su edad, que es un problemón, entre la edad y la crisis…, sin ir más lejos dice que ayer vio en el telediario un señor de su edad que estaba en paro y se dedicaba ahora a recoger chatarra, pero se me abrieron las carnes cuando dijo  que el buen señor era, Arquitecto.  Dios santo!. 

También habló de la soledad…, que es buena pero en su justa medida, que hay veces que te hiere en lo más profundo del Alma.

–  Qué cosas dices Maruja, a mí estas cosas me pueden, la soledad…, cuando se fue mi Federico,  que Dios lo tengo en su gloria, yo me sentí morir, menos mal que os tengo a vosotros y a mi Adelita que si no…

–  Decía…, que hay veces en que la vida parece que te ignora, te olvida, no existes, que cuando todo se vuelve gris, la soledad te absorbe y te consume.  Contaba lo difícil que se le hacía en un tiempo mirarse al espejo, no se veía, sólo le miraban los ojos de la ausencia, el tormento se convierte en una palabra abstracta y ambigua.  Cuando buscas la esperanza y la ilusión por la vida y te preguntas dónde quedaron las fuerzas para seguir luchando, para volver a Amar.  Encontrar un porqué para seguir adelante.

–  Que impotencia sí, Maruja. Cuando uno se hunde, no es tarea fácil retomar con la vida…

–  Hablaba de la Luna, de su amada, la que le devolvió, según dijo, las fuerzas para seguir luchando, dijo, y ahora voy a tirar de memoria: “  Cuando la Luna mira pero no te habla, asiste muda a tu desesperación, hasta alguna vez me pareció verla sumida en la tristeza al contemplarme…”, hablaba de su familia y se le quebraba la voz, pero no había pena en sus palabras, estaba contento, ilusionado, – La recompensa, después de tanta lucha -, dijo.  Volvió a hablar del espejo, que ahora ya no le tenía miedo, se reconocía en él, que las gotas que resbalaban ahora por su cara, eran eso, simplemente gotas de agua acariciando su cara. Felicidad e ilusión después de tanto sufrimiento Pili, eso me transmitió a mí.  En fin…, oye, que digo yo, que ya va siendo hora de recogerse no?

–  Sí Maruja, yo mañana madrugo, que a mí me encanta lo de ver amanecer, los primeros rayos de sol con esas tonalidades entre rojizas y púrpuras tienen su puntito. Que descanses.

–  Igualmente Pili, demasiadas emociones  para una noche, pero parece que una se desahoga, ya lo creo, ay …!

 

Efectivamente, demasiadas emociones y yo soy persona de emocionarme con suma facilidad, así que en silencio abandoné mi hamaca, le hice un gesto a Runa y nos fuimos juntos, solos, me encendí un cigarrillo y volví a contemplar aquella Luna majestuosa, fue una noche diferente, imborrable.

A la noche siguiente volví a sentarme en mi hamaca, me volví a inclinar hacia delante, pero …, ya no estaban.  Me quedé pensativo, pero no triste, sólo se me ocurrió desearles toda la suerte del Mundo, se lo merecían.  Me levanté y de nuevo afloraron en mi faz unas lágrimas, no las toqué, dejé que siguieran su curso, su camino, hasta disiparse en la nada, al fin y al cabo era su camino y su destino.

Por cierto, la persona que se miraba en el espejo …, era Yo.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus