Largo encierro,
silencio eterno,
obliga al alma a encontrarse a sí misma.
No hay forma de huir
a aquello que odias,
a aquello que temes.
Sólo cambiar o renunciar
a lo que un día fue
y más nunca será.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
Largo encierro,
silencio eterno,
obliga al alma a encontrarse a sí misma.
No hay forma de huir
a aquello que odias,
a aquello que temes.
Sólo cambiar o renunciar
a lo que un día fue
y más nunca será.
OPINIONES Y COMENTARIOS