hay calma en su rostro, mas, nunca la hay en su corazón, sonriendo por la calle oculta lo que arde en su interior, suelta una mirada de odio para aquel que peca y le llama a el pecador.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
hay calma en su rostro, mas, nunca la hay en su corazón, sonriendo por la calle oculta lo que arde en su interior, suelta una mirada de odio para aquel que peca y le llama a el pecador.
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