Gritando apretados labios

Gritando apretados labios

Fernán Silba

24/09/2017

Cinema

Si Cortázar se hubiera ahogado en el Sena
y Rayuela no tuviera tierra ni cielo
¿Estarías ahí?
Si las librerías de Avenida Corrientes,
si los cines de calle Lavalle,
si las promesas explotadas
cayendo como papel picado de mis labios,
si no hubiera nada más
¿Habré perdido todo?

Cuanta vida caminamos juntos
tan plano secuencia, tan Miklos Jancsó
que nuestro guion con sus desbalanceadas
coreografías technicolor
nos depositó en un melodrama
sobreactuado y sinsentido
tan Almodóvar, tan Marilyn Monroe.
Me miraste fijo y me preguntaste que extrañaba de vos
y yo, tan expresionista, tan cine mudo
me quedé sin palabras bajo la lluvia.


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Insidiosa lengua virtual
para los acólitos del catódico dios televisión
dominación binaria transmutando
espasmos de pensamiento en ley,
forjando obreros de la guerra
en suntuosos almacenes de consumo familiar.
Cero es la carne y uno es el verbo
transmuta sangre en vino y códigos en pensamiento
transmuta carne en mierda y hostia en pan lacteado
¡Comulguen microchips de dominio!

En un shopping de ultratumba
se celebra la última cena,
donde el traidor que vive en todos
regala aprobaciones y no besa.
Celebremos al ensangrentado cordero caído
mientras los bosques gritan su derrota en silencio
y la humanidad se apaga secuenciando teclas al azar.

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