La luna emerge

sutil, quieta

La fría escarcha aún está lejos

La luz se escurre entre los bloques

Mientras un coro de bichos urbanos canta sus himnos insistentes, agudos que se camuflan

Como en una nuez , se encierran otra vez la esperanzas

Una niña mira hacia lo alto

sonríe con su boca desdentada

y todo vuelve a ser blanco y dulce como las nubes de azúcar

¡No os marchéis hasta que se vaya el miedo!

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