Esto tan…nuestro
Últimamente tu sonrisa aparece en mi mente, de la nada, como si alguien la lanzará al viento, llegará hasta mí de repente, y te recuerdo…
Te recuerdo y duele, como duele, dios, es increíble que ni el tiempo logré borrar el efecto que me causa tu sonrisa.
Esa sonrisa que me hacía sentir tanta paz, tanto amor, tanto de todo.
Esa sonrisa que poco a poco se fue alejando, para dejarme con su fantasma, y como todo fantasma causa temor…
Y mi fachada se rompe otra vez, para que ese fantasma pueda quedarse, no entiendo porque todavía lo dejo pasar.
Será que lo necesito? O vos lo mandas hasta mi porque me extrañas? Quien sabe…
Pero las casualidades no existen, o eso siempre creí, y lo nuestro sobrepasa lo natural porque siempre que tú sonrisa aparece en mi mente algo ocurre y vos también apareces…
Telepatía? No lo sé; Almas gemelas? Nadie lo sabe… De lo único que estoy segura es que el fantasma de tu recuerdo me vino a visitar y por «casualidad» el mio ya había partido a verte.
Tu ausencia: la muerte, en vida.
Vi como mi vida perdía sentido cada vez que tu ausencia golpeaba la puerta,
como la gente seguía con su rutina,
los autos a mil por la avenida, sin notar más que su propio andar,
uno que otro enamorado despidiéndose de su amada en la parada del colectivo, o en la salida de un bar.
Vi como el mundo seguía siempre tan habitual,
logrando minimizarme cada vez más,
fingiendo que no me desarmo con cada beso que en el aire pasa,
fingiendo que no me perturba tu recuerdo en cada dirección que miro,
fingiendo y solo fingiendo…
así fueron pasando mis días.
Fui viendo como mi sonrisa se iba apagando,
como el brillo en mis ojos iba desaparecido
y sintiendo a mi cuerpo cada vez más cansado,
fui viendo menos amaneceres y contemplando más lunas,
esas lunas a las que les hablaba de vos
y de esas sonrisas que en noches como esas, dejaba en tu espalda….
Tuve que prohibirme pensarte,
aunque era casi imposible,
debí prohibirme los domingos en la cama ,porque eran días eternos en donde la cruz pesaba por toneladas.
Comenze a utilizar el alcohol como salida de esta realidad que me estaba consumiendo,
me anestesiaba de tu dolor por unas horas,
con noches blancas,
de canciones sin sentido para que ninguna te trajera a mi mente,
esas noches de bebidas y humo en bares que se hacían eternas,
y que al terminar,
me dejaban ver nuevamente amaneceres ,
que resquebrajaban el alma con cada rayo de sol
y cubrían mis ojos con lágrimas para soportar un poco ese dolor…
Quería marcharme de mí, de mi cuerpo y dejar de esperarnos,
necesitaba encontrarme de nuevo y hacer un pacto con tu recuerdo,
dejar que sigas en mi hasta que tenga la fuerza suficiente para soltarte y dejarte ir.
Fui temiéndole más a la gente que me quería,
Poniéndome internamente como clausula no permitir que sigan destruyendo las pocas ruinas que dejaste.
Me prometí salir del pozo en el que caí, con cosas que me liberen nuevamente el alma,
como escribir poesía para vos,
pero perdiendo las comillas, esas que me recordaban a las comisuras en tu sonrisa…
Fui notando que única la certeza en mi vida era la soledad que dejaste,
pero aunque ya no estés,
estuviste y siempre vas a estar,
que tu presencia solo cambio mi vida,
no así mi destino.
Fui dejándote libre, como siempre lo fuiste, conservando tu recuerdo…
con el que tanto me heriste.
Y que te quedes…
Quisiera desnudarme en tus ojos
no solo de cuerpo
sino de alma… – y que te quedes.
Quisiera ser tu compañía
cualquier lunes por la tarde
contándote lo aburridos que eran esos días antes de conocerte…- y que te quedes.
Quisiera mostrarte mis cicatrices
y esas heridas que todavía no cierran
detallarte el porque de cada una…- y que te quedes.
Que sepas el porque de mis miedos
el porqué de mis alegrías
y porqué desde que estas en mi vida, solo quiero sonreír…-y que te quedes.
También, si se nos permite, cocinar tu comida preferida,
con unas copas y besos como postre,
con tu cuerpo
y con la música
para hacer de ese momento un recuerdo imborrable..-y que te quedes.
Que sepas sobre mi primer corazón roto
y cuantas noches desperdicie llorando
cuantos amores mediocres pasaron por mi vida
y cuantos besos desperdicie sin pensarlo…- y que te quedes.
Quisiera contarte cuantas veces te observaba
a lo lejos
cuando el destino nos armaba una trampa para cruzarnos,
pero nuestras vidas
no estaban en la misma sintonía
había algo que nos atraía, sí, pero no era suficiente,
o quizás,
no queríamos escucharlo…
porque el corazón a veces late distinto
tal vez un poco más rápido
pero la cabeza tiene tantos problemas
que no se detiene a interpretarlo, y te quedabas ahí
en ese recuerdo de la noche,
en un rincón del bar,
con miradas intercambiadas…- y nada más.
Quiero contarte además, como era cuando sabia amar
y pedirte que me ayudes,
para volverlo a intentar…
que derrumbes estos miedos que me consumen
estas locas ganas de salir corriendo cada vez que siento que esto no tiene sentido …- y que te quedes.
Quisiera contarte y pedirte tantas cosas,
pero voy a empezar solo con una,
y es solamente decirte que lo intentes,
y que por favor,
– te quedes…
Quisiera contarte también, que soy quizás alguien normal,
y que puedo llevarte al cielo si me dejas,
puedo darte todo lo que esperabas
– y si te quedas…mucho más.
Puedo quererte
si me lo permitís, de una forma especial…
Vos…
…. solo te tenes que quedar…
a(MA)rte
Eras arte, si, arte, en su mayor esplendor.
Tu cuerpo, tus manos, tus gestos y formas, cuando jugabas con tu boca al encender un cigarrillo
o el aire que soltabas con el humo después de cada pitada,
todo transformabas en arte.
Como ver tu sombra enredándose con esa tenue luz en la habitación,
tus palabras o sonrisas
era sin dudas para mi -arte, el mas lindo y puro arte que jamás había conocido.
El arte hecho persona
y eso ,quizás,
sea lo que no me permitió tenerte,
ni tan siquiera amarte.
Era algo ilógico pensar en poder amar algo tan maravilloso.
Él arte se contempla y se disfruta, o se escucha y se llora,
eras arte en sus diferentes formas,
no te cree, sino que me creaste, me pintaste y dibujaste sobre cada herida, sobre cada rincón de mi cuerpo, sobre cada linea, punto y coma,
intentando hacer conmigo un arte tan perfecto y abstracto como vos,
pero fallaste,
o falle,
si, falle.
No se puede tener algo que no estamos seguros de merecer
y eso sentía,
eras el mejor poema escrito una noche de domingo,
esos que nacen con la lluvia,
cuando la soledad te posee por completo, que se escribe por si solo,
como las lágrimas que brotan en una triste despedida,
eras arte,
que no pude descifrar,
por no arruinarlo con mi ignorancia a lo desconocido,
no permitiéndome hacerte mío -como si el arte pudiera poseerse y hacerlo propio no?-
algo casi imposible, ya que al intentarlo solo podría destruirlo,
y créeme que jamás me perdonaría romper algo que tanto me gusta crear,
y se muy bien que comprendes,
Porque además de arte, sos artista, como yo,
y no solo me retrataste una vez ,sino que me dibujaste la vida,
trazando cada línea de mi corazón para que yo forme parte de ese arte que creabas,
y juro que lo intente, pero como todo artista,
en vos encontré inspiración
y no podía robarte la esencia, ese arte inefable,
que tanto deseaba.
Lo que te diré…
Leí esta frase por ahí y pensé tantas cosas…
«Lo que te diré cuando te vuelva a ver»
Qué simple parece al imaginarlo no?
Pero cuando pasa, en ese preciso momento que tenés frente a vos a esa persona,
las palabras te abandonan, al igual que la lógica y la razón.
Lo pienso y realmente nose que te diría,
porque no podría describir con palabras mis días sin vos,
esos días en los que quería volver a ser una niña y llorar en los brazos de mi madre
o esos días en los que me sentía increbrantable por reír con amigas,
-aunque solo me durará instantes, porque de la nada aparecía ese nudo en la garganta,que me recordaba que solo en ese momento podía estar asi, sin sentír que algo faltaba, que vos me faltabas-
Te diría por ejemplo que ya no te amo,
pero para eso tendría que contarte cuanto te ame,
y si al hacerlo me atrapan otra vez esos sentimientos?
Te diría por ejemplo, que mis días pasaron de 24 hs a tan solo 5 minutos,
que aprendí a vivir así,
cada cinco minutos al día,
porque era lo que tardaba la vida en recordarme tu ausencia
y tenía que distraerme u ocuparme cuando esos minutos terminaban,
y así día con día,
esos eternos días…
Te diría por ejemplo que por más rota que estuviera, quería que seas feliz sin mi, sin importar mi bienestar.
Te diría por ejemplo que me postergue por vos, pero que si pudiera volver el tiempo atrás, lo haría de nuevo.
Te diría por ejemplo que amarte me hizo crecer, y que te lo voy a agradecer por el resto de mi vida…
Te diría,
te diría tantas cosas,
que quizás,
si te vuelvo a ver,
tan solo te abraze, sonría y siga mi camino
…sin vos.
Esperar (te)
Esperar, esperar y esperar… porque?
A veces pienso en que vivo esperando,
pero, que es lo que realmente espero? O a quien?
Lo sé,
o tal vez no,
tal vez me estoy engañando y solo necesito llenar este vacío con algo
– tu recuerdo por ejemplo-
Y tengo esa fallida y fiel certeza que me tortura, de que tengo que esperar(te) porque vas a volver…
-vas a volver?
Es devastador postergar lo más preciado que tenemos, el tiempo, por alguien que ni siquiera nos piensa
-o eso creo-
porque si me pensarás o sintieras tan solo la mitad de lo que yo siento ya no tendria que esperar(te) porque estarías acá conmigo…
Quien sabe,
tal vez querés buscarme y aprendiste como yo, a no hacerlo y a esperar; aunque ahí,
otra vez,
me vuelvo a engañar,
porque vos te fuiste ,y el que se va es el que tiene que volver con la luna en las manos y las estrellas en una cajita de regalo,
o eso es lo que creo…
Aunque en nuestro caso, si aparecieras con tu sonrisa me bastaría para aceptarte en mi vida de vuelta
-Si, tu sonrisa-
que me salvó tantas veces de mi infierno, en ese que caigo frecuentemente,
más de lo que debería.
-Volve,(Volve) con tu sonrisa ,con la luna, las estrellas y sácame de aca-…
Luna, otra noche más.
En cada una de sus fases guarde un secreto para vos.
En cada una de sus fases le conté nuestra historia, como te conocí y de la primer sonrisa que me robaste aquella noche.
En cada una de sus fases reviví momentos como si fuera un proyector de cine y te sentí más cerca.
En cada una de sus fases deje mil lágrimas todas para vos.
En cada una de sus fases le pedí que te devolviera a mi lado si es que cumplía deseos por más imposibles que sean.
En cada una de sus fases le hable, como si me pudieras escuchar.
En cada una de sus fases le dejaba un «te amo» por si la mirabas y se te había olvidado.
En cada una de sus fases la contemplaba, y te pensaba, como te pensaba.
En cada una de sus fases ella me acompañaba y también se enamoró de vos.
En cada una de sus fases me enseñó que era preciosa y una noche, de sus tantas fases, me confesó el secreto de que cuando más se apreciaba su belleza era cuando estaba completa, pero para estar así debía pasar por cada una de sus fases, y una de ellas incluía el desaparecer por completo, para reconstruirse nueva y plena, para otras historias, otros te amo y otros millones de miradas que todavía buscan encontrarse…
En cada una de sus fases aprendí a imitarla, a tener mis días plenos o mis días de oscuridad total.
En cada una de sus fases , todavía le pido que te cuide, y que se mantenga siempre al costado tuyo, cuidando mi lugar y…
Si la miras… Te guarde un Te amo, en un rinconcito de ella.
Y así, lo ame
Nunca nadie se preguntó porque él es así, pero yo lo hice.
No solo obtuve respuestas, también heridas y muchas ironías.
Ahora la gente se pregunta lo mismo de mi… -porque sos así?
Haciendo referencia a mi frialdad, mi falta de cariño, lo mucho que me cuesta demostrar mis sentimientos, y, el porque me escudo detrás de una media sonrisa que no transmite nada.
Si tan solo supieran por todo lo que pase, y por todo lo que pasaste.
Si tan solo se tomaran el atrevimiento de conocerme, o conocerte, obtendrían cada una de las respuestas y
hasta quizás,
formularían nuevas preguntas, porque se quedarían cortos y con historias sin terminar.
Las respuestas que encontré en vos fueron generando preguntas en mi.
Porque no amas? -te preguntaba.
Porque no me ama a mí? -me pregunte.
Porque herís a la gente que le importas? -te preguntaba.
Porque me herís a mí, que me importas tanto? -me pregunte.
Porque no me dejas hacerte feliz? -te preguntaba.
Porque no me haces feliz? -me pregunte.
Tuve tantas preguntas, con respuestas que no quise ver.
Tu dolor te impidió vivir, el miedo a la perdida y a la soledad lograron volverte un cobarde, que deja ir su gran amor por miedo a perderlo algún día, sin darse cuenta, de que, por pocos que sean esos días a su lado, alcanzaban para una eternidad plena , solo porque era con ella, y nada más que con ella.
Y el cobarde se fue, pero cada tanto mira hacia atrás.
Ella sigue ahí, esperando una respuesta, a una pregunta que no se anima a susurrar…
Volves, o te marchas?…
Que veras.
Que veras en mi para seguir intentando
me pregunto que tengo de especial para que me esperes,
para que a pesar de mi mal genio, sigas ahí
con esa mirada fiel y sincera
como la de un perro que mira a su amo cuando llega luego de un largo día, con amor, paz, simple y llena de sentimientos.
Que veras en mí, si estoy rota
que ves entre estos restos, si lo único que hay es polvo y ruinas
Que veras en mí, que hasta siendo un desastre, me ves preciosa.
Son mis penas o las ojeras de tantos insomnios ajenos?
Lo pienso y no lo entiendo.
Que veras en mí, si sonrío muy poco y mi mirada perdió el brillo hace mucho tiempo.
Sera que queres que vuelvan esos ojos que destellan luz, o una risa sincera?
Que veras en mí, que me buscas tanto como un poeta busca la palabra perfecta
para reflejar la pena de un alma.
Es mi tristeza o tu alma vieja que quiere cobijarme?
Que hay en mí, para que me hagas el amor de una manera mágica
para que me toques y me estremezcas,
logrando que quiera fundirme en vos cuando estas dentro mío y seamos solo una persona.
Que veras en mí que me cuidas como a una caja de cristal.
Me ves eterna, auténtica y en partes, pero vos, seguís ahí.
Me miras como un sueño y queres que sea realidad.
Que veras en mí, amor, que veras que no lo entiendo.
Pero me elegís, pese a todo
me elegís siempre.
Que veras en mí, no sé, pero no dejes de mirarme.
Corazón guía.
Prefería no sentir,
me sobraban horas, y me faltaba vida
estaba lejana, no pertenecía.
Una rutina en donde solo yo era la protagonista
con las penas cargadas en la espalda, que pesaban toneladas.
Y me dormí, queriendo despertar algún día con el beso de un príncipe
como quien cree que las historias de cuentos se pueden hacer realidad.
Pero eso jamás paso, desperté y me enfrente a los fantasmas
cara a cara
deje la corona y los zapatos olvidados en algún rincón y me puse una armadura
encerré bajo llave el corazón,
y camine… camine y camine
sin rumbo
sin destino
sin sentido
por calles eternas, intentando no escuchar mi silencio.
Ese silencio que me hablaba a gritos
y que asustaba tanto,
porque venia del corazón,
un corazón que amordace para no seguir más sus consejos,
pero fue imposible porque aprendió a manejar mi cuerpo y mis sentidos
Me grito, me guio y me hizo enfrentarme al espejo
volverme a mirar,
ver en lo que me convertí
y en lo diferente que era ese reflejo a la antigua imagen que mi cabeza recordaba.
Fue ahí donde todo tuvo sentido,
donde junte mis partes
mi pasado
mi ahora,
lo que fui y lo que soy
esa princesa que creía en el amor y esta guerrera que solo sabía de luchas
para hacerme solo una.
Fue como un golpe de realidad
despertar de un profundo sueño
y de una vez, ser yo.
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