Gio Custos. Soy destino, soy fin, soy recuerdos.

Si no soy yo, ¿quién soy? ¿Soy ciencia? ¿Soy arte? ¿Soy vida? ¿Soy muerte?… Yo solo soy recuerdos.

En el descanso eterno

duerme mi yo despierto.

Recordando lo vivido,

viviendo una muerte.

Viviendo del recuerdo,

sosegando el cuerpo interno

de la flaquez de lo sido;

la podredumbre inerte.

Anocheció en mi sueño.

Amaneció en el suyo.

Una misma herida

que emana desde la vida.

«La memoria de los muertos se coloca en la muerte de los vivos.» -Cicerón.

A veces solo basta con perderte entre matojos y arboledas, a veces solo hace falta volver…

Vuelvo a la senda de lo prohibido,

mi camino.

Vuelvo al sendero que marcó el olvido,

mi destino.

Volteo la hoja, una huella,

cierro el libro, un camino,

una cuerda que desolla

hilo a hilo, así como vino.

«Un hombre debe pasar por diversas etapas antes de poder cumplir con su destino». –Paulo Coelho

Dejo pasar el avión, como quien deja volar su infancia

Por el balcón adscrito a la confianza,

Dejo mentiras sin resolver,

Un barco de papel que vuela sin caer,

Un alma que vuela sin saber

entre un mar de dudas, este papel.

Una mirada herida que no sabe

Que un océano de tinta en el pecho me cabe.

Traspaso al folio los secretos de Antonio Machado.

El fin del pasado

no está en volver la vista al camino de tus pasos

sino terminar los pasos andados y ver quien fue tu hado

No dejo pasar el tiempo, suspiro hondo y lo contemplo,

Expiro el aire en el justo tempo

entre verso y verso el compás se hace lento.

Metrónomo intenso: es el tiempo.

«No mires nunca de donde vienes, sino a donde vas.» -Pierre Agustín de Beaumarchais