Le pedí una cerveza,
y me dio una mirada,
esbozó una sonrisa,
y el corazón me saltaba.
Luego de un par de horas nos habremos besado,
y al final de la noche habremos cogido,
para después fumarnos un cigarrillo.
Al final del mes nos habremos conocido,
verla se volverá un capricho,
para una noche cálida pedir su mano,
con rosas rojas en un ramo.
Al pasar el tiempo su vida es la mía,
recuerdo en que en mi vida soledad había,
su amor es genuino,
y me hace sentir como un niño, su niño.
Ya no añoramos lo que hemos perdido,
todo lo malo está en el olvido,
por que nada nada nos impedirá estar unidos.
Las décadas pasaron y el amor creció,
soportamos todo y nada nos venció,
creímos en el amor que un día nos unió,
y un “Te amo” genuino fue lo que nos convenció.
Le pedí una cerveza,
y me regaló una mirada,
añadió una sonrisa,
y a cambio le regalé mi vida.
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