Eres como la lluvia, llena de esperanza.

Eres como el sol, iluminas cada rincón.

Mirarte y saber que estamos distanciados. Tu mirada, un eterno atardecer; cálida como el sol; hermosa como las flores; fuerte como el viento del más temible huracán pero suave y delicada como aquel pétalo que se desliza por tus manos.

Te has convertido en mi mayor ilusión, te has alojado en lo más insondable de mi corazón.

Estás en mi mente todo el día y toda la noche. Eres en lo que pienso. ¿Qué nos separa? La distancia, no la tocamos pero la sentimos.

Mi esperanza es como la ola que llega y desaparece en el mar.

¿Llegaremos a conocernos?

Mi alma lo desea.

Serás la lluvia que cae sobre suelo seco.

Serás ese sentimiento sempiterno.

Serás esas manos que tocan las suaves cuerdas.

Serás mi más grande convicción. Mi más bella oda.

Me perdería en tu mirada, en tu sonrisa. Plantaríamos un árbol, un gran árbol.

Serías mi inspiración, serías mi motor.

Ese alguien con quien compartiría cada momento. Mi gran amigo, mi gran compañero.

El cielo azul e inmenso, tú el ánsar que vuela alto.

¿estaré junto a ti? ¿te sentiré junto a mi?

Te buscaré y encontraré, como el tesoro del arco iris.

Te tomaré de la mano, respiraré profundo.

Te miraré y tú me mirarás, parecerá irreal el pasado vivido, la lejanía que tenemos ahora, se convertirá en abstracto.

Cada segundo disfrutado, cada minuto apasionado, cada cálida expresión, mis palabras hacía ti.

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