Carta a mi hija…

Carta a mi hija…

Karen Villaseñor

24/07/2017

Desde el momento que supe que estaba embarazada te volviste mi fiel compañera, la que conocía mis miedos y sueños, la que me dio su consuelo en cada patadita cuando se asomaba alguna lágrima.

Imaginarte en mis brazos era parte de todos los días, ansiaba conocerte y cuando el día llegó, tenía miedo, miedo de no ser una buena madre, de no saber cómo cargarte y lastimarte.

Con sólo verte supe que daría mi vida por ti, me esforzaría por hacerte feliz. Sentí esa clase de amor diferente y fuerte con un lazo inquebrantable: el amor de madre.

Mi amor, poco a poco esa bebé que arrullaba en mi pecho quedó atrás, las primeras palabras salieron de tu boca, tus pasitos se escuchaban por toda la casa y mi habitación se volvió tu favorita para jugar con zapatos, maquillaje y vestidos.

Mi niña dejó de ser pequeña, más independiente, curiosa y aventurera. Está bien cariño, no voy a detener tu vuelo sólo quiero que sepas que siempre voy a estar ahí para darte mi mano, secar tus lágrimas y levantarte.

Hija voy apoyarte a cumplir tus sueños, ¡No importa lo que quieras! No dejes que apaguen tu luz. La vida no es fácil, en el camino conocerás a personas que incluso amarás y te harán sufrir, llora hasta el cansancio, indaga ¿cuál es la lección? Y sigue tu camino. Mi amor, no siempre tendrás lo que quieres pero no te aferres, aprende a soltar y espera, todo llega a su tiempo.

No está bien que seas tan ingenua y bondadosa, pues habrá quien abuse de ello. No tengas miedo a enamorarte, si esa persona te provoca un revoloteo e invade tus pensamientos, entonces entrégate, posiblemente te rompan el corazón, sientas que ya nada tiene sentido y la pena te acompañe ¡abraza al dolor! Porque significa que estás viva.

Cariño, en la vida no podrás caerle bien a todos, no te desgastes en intentarlo, sólo sé tú, defiéndete por sobre todo y todos, que las personas que realmente te quieran ahí estarán.No tienes que cumplir ningún estereotipo, el mundo es tuyo no hay cosas para hombres ni mujeres, son de quién quiere hacerlas.

Viaja, enamórate, ríe, corre, salta, camina por la playa, deja que los rayos del sol te golpeen en la cara, que la lluvia te bañe, no tengas miedo a fracasar que lo único que no tiene solución es la muerte, así que mientras puedas respirar ¡Sé feliz! Porque no hay nada que puedas hacer para que deje de sentirme orgullosa de la maravillosa persona que eres.

Te ama mamá.

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