Noche del día 12 agosto de 1961. Los recuerdos de aquellas horas todavía hoy resuenan en mi cabeza y aquellas siniestras imágenes al día siguiente… y los posteriores… Nuestra calle ya no fue nuestra, 25 años pasaron hasta poder recuperarla. Vivimos separados por un muro implacable. Qué recuerdos…
Es tarde y después de dar una definitiva mirada al espejo me apresuro a salir, esta noche estoy invitada a una fiesta. Es en el Berlín Oriental, pero como de costumbre cogiendo el metro sin problema se llega al Berlín de la RDA.
Ya oigo la música, que envuelve el ambiente, llenándolo de color y calidez. Desbordada de alegría abrazo a esos amigos que tanto quiero, no podría vivir sin tenerlos cerca, sin sentirlos…
Es verano, la fiesta se hace en una bonita plaza, cercana a la casa de Klaus. Pero… ¿dónde estará?
Klaus es un amigo de la infancia, hemos vivido mil cosas juntos. Nos enamoramos, surgió, y esta endiablada situación no podrá impedir que gocemos con intensidad nuestro sentimiento. Pronto tendremos un domicilio común y no importará en qué parte de la ciudad esté.
La voz de Klaus me saca de mi ensimismamiento…
_ ¡Ulrike, estoy aquí!
_ ¡Hola!, estaba inquieta, menos mal que te encuentro ¿Y esa cara? ¿Qué te ocurre Klaus?
_ Tengo una información increíble que me tiene muy preocupado.
_ ¿Qué es?, dime.
_ He recibido una filtración, esta noche se va a aislar Berlín Oeste, construirán un muro, primero en forma de alambrada, se hará en secreto y en una sola noche, mañana a las 6:00 estará finalizado. Ya no podremos circular libremente.
_ ¡Klaus, me están entrando escalofríos!
La música, las risas y el sonido de los brindis festivos vuelven a hacerse presentes, algunos amigos nos rodean reclamándonos.
_ Parejita, ¿qué estáis tramando aquí tan solos? ¡Brindemos por las próximas vacaciones!
_ ¡Salud! Siempre juntos y que nada pueda separarnos…
_ Sí, pero hoy te aconsejo que vayas pronto a tu casa, Ulrike, eres la única que vive en el Berlín Occidental y aunque vivamos en la misma calle… Temo que esta noche bloqueen las líneas de metro y el teléfono. Espero sea sólo temporal.
_ ¡Ay, Klaus! Me ilusionaba tanto esta fiesta, pero te voy a hacer caso. Los dados cayeron así, vivo en la parte Occidental, pero ésta es nuestra calle, la de todos.
El metro se detuvo en la última estación del Berlín Oriental, como Klaus temía, tuvimos que continuar andando.
Se lo conté a mis padres y no me creyeron. Por la mañana supieron que yo, desgraciadamente, tenía razón.
El 13 de agosto de 1961, el sol palideció en Berlín, 155 Km. de alambrada rodearon el Berlín Oeste, y separó definitivamente Berlín en dos. Y nuestra calle… Después el muro de hormigón…
Nunca volví a ver a Klaus ni a mis amigos.
El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro. Tarde para muchos, que incluso murieron al intentar pasarlo.
FIN
Construyendo el muro.
Bernauer Strasse en la actualidad. Homenaje.
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