La belleza de tus ojos tristes

Nunca existirá alguien como tú en mi vida, aquel muchacho distraído en clase que escribía bellas palabras ya no está conmigo y lo extraño.

Solo un año basto, para que fuera  una película que se repite  en mi cabeza, hay partes rayadas que ya no se ven, de tantas veces que repito el 2011. Gracioso, simpático, inteligente, con los ojos marrones más hermosos que vi en mi vida, con el mejor sentido del humor, aún en tu mayor tristeza tenías siempre la capacidad de hacerme reír a carcajadas, algo que ya nadie logra.

Me dicen que lo que siento no puede ser amor, ya que cuando te declaré mis sentimientos, era tarde y no pudiste corresponderlos. Pero la magia de ese año, nunca la podré repetir, fuimos un gran equipo y los recuerdos que tengo de ti me llenan de alegría, no puedo odiarte, jamás lo haría si me has dado el mejor año de mi vida.

Tuve muchos prospectos de amor antes de ti y probablemente los tendré en un futuro, y aunque esté con otra persona voy a escribir nuestra historia, porque es especial, tú eres tan especial, me encantaría que pudieras verte como yo lo hago, en mis ojos eres un súper héroe capaz de volar y salvar al mundo.

Te ves cómo alguien común, eres todo lo contrario a eso. La sonrisa que se dibujaba en tu rostro al verme llegar, como podíamos hablar horas sin quedarnos callados, y cómo disfrutábamos esos silencios tan importantes en una relación.

Tal vez todo estuvo en mi cabeza y aquel romance fantástico lo vivimos en mi imaginación, pero en este caso elijo la fantasía. Porque la triste realidad de que ni siquiera seamos amigos es mucho más oscura y retorcida.

Haría lo que fuera por estar en tu vida, aunque me hiciera pedazos verte con otra mujer, formar parte de la luz que le das a todos a tu alrededor es más importante que mis sentimientos, nunca necesite que me quisieras, yo tenía cariño de sobra para ambos, fuiste lo mejor todo, mejor amistad, mejor romance platónico, mejor compañero. Tú serás ese amor que todas las madres le cuentan a sus hijas, ese que las hizo ver que merecen algo mejor, que existe alguien tan bizarro como una, que es capaz de volarte la cabeza y hacerte perder la razón.

En Guaná, nuestra calle, veo donde se posaba Steve la paloma de una pata recuerdo tu risa, y astucia por llamar a ese animal así, porque Steve era fuerte, a pesar de tener sus problemas, creo que Steve era tu reflejo, en él veías tu tristeza y la usabas para sacarme una sonrisa, algo que siempre te agradeceré.

Escribo este relato con lágrimas en los ojos por culpa de tu ausencia, por mi falta de coraje. No hable cuando debía y ahora es tarde. Te deseo mucha felicidad, tú realmente la mereces.

Con amor me despido esperando que no sea para siempre.

FIN 

GUANÁ, MONTEVIDEO URUGUAY.