Una pizca, multitud de ilusiones

Emilia es una mujer joven de 38 años. Sin embargo su apariencia es de mas mayor a raiz de los palos que la vida le ha propinado, pese a todo, ella siempre ha sido muy luchadora. Quedó viuda muy pronto debido a un accidente laboral y salió adelante por sus cinco hijos, los cuáles dos son bebés. Vive en una choza con sus hijos y sale cada dia a mendigar por la calle con los bebés en brazos ya que no puede dejarlos solos. Se marcha sobre las ocho de la mañana para ver si recapta algo para poder comprarles de comer. Siempre logra alguna cosa. Los tres que quedan permanecen en la choza hasta que llega mamá. Cuando llega le preguntan como le ha ido el día y tan solo ver un trozo de pan, se les iluminan los ojos. Después de comer juega con ellos un rato y a las 4 de la tarde aproximadamente les deja dormidos y vuelve a marcharse para conseguir algo mas. Estos críos tan sólo ver algo ya estan contentos. Saben que su  madre se sacrifica por ellos. Es un claro ejemplo de que cuando te falta algo con una pizca de lo que sea puedes ser feliz.

RAMBLA DE BARCELONA