REFLEXIÓN DE UN ALUMNO DEL FUTURO.

                                   9 de marzo de 2162

        Soy un alumno más de la comunidad de estudiantes de la historia de la humanidad, cada día asisto a las lecciones que nos dan los maestros sobre la evolución de la raza humana. Dedico dos horas al día a mi formación y tres al desarrollo de mi capacidad de conocimiento ancestral.

En mi desarrollo soy guía de otros alumnos más jovenes, experimento plasmaciones sobre posibilidades de realidad, materializo obras que transmitan el conocimiento a otros y tantas otras cosas que sean necesarias.

Me han pedido que comparta con mis compañeros, mañana, una redacción sobre un periodo concreto de nuestra historia: LA GRAN TRANSICIÓN o REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA.

He oído mucho hablar a mi abuela sobre esa época, porque ella la vivió. Siempre me contó que la humanidad experimentó un cambio muy importante de la mano de la tecnología. Ella nació en 1978, cuando comenzaban a darse los primeros pasos.

Cuenta que en menos de 50 años, las tecnologías crecieron tanto, que su influencia, fue decisiva en la vida del hombre. La tecnología los rodeaba, llegando a formar parte de ellos.

Fue beneficiosa porque ayudó a realizar grandes progresos en todas las ramas del saber, sobre todo en el campo de la medicina.

Pero, también fue perjudicial porque ejerció dominación sobre el propio hombre que la había creado. Los aparatos tecnológicos aportaban bienestar, pero conseguían su dependencia. Sus ondas de energía eran nefastas para la salud de los seres vivos y del propio planeta tierra. Sustituían al hombre en muchas facetas, lo que llevaba a anularlo.

Además, las tecnologías fueron durante un tiempo un medio alternativo de comunicación social. Los humanos se dejaron llevar por su atractivo y las usaban de forma masiva y descontrolada, quedando muchos atrapados en ellas.

Cuenta mi abuela, que hubo un tiempo en el que casi todo el mundo vivía pegado a un aparato llamado teléfono móvil que llevaba integrado un ordenador. Ese aparato les permitía estar en contacto directo a todas horas, pero las relaciones eran frías, en la distancia, utilizando un lenguaje cada vez más empobrecido, cambiando el contacto directo, por un contacto con el propio aparato.

Muchas veces me ha dicho, que en esta época, en apariencia de bienestar, el ser humano sufrió mucho, andaba perdido, buscando en el exterior lo que tenía en su interior.

Muchos fueron los que diosificaron a la tecnología, creyendo que era nuestra salvación. Ella no se incluye en este grupo, pero siempre se emociona cuando me cuenta que para ella y muchos otros, las tecnologías les permitieron conocer a uno de los últimos avatares. Su omnipresencia en la tierra fue muy creativa, se manifestó como una conciencia colectiva. Generó una estructura de red, que permitió que todos estuvieran conectados a la vez y nos mostró el conocimiento. El mensaje que nos dejó fue:

«La sabiduría está en cada uno de vosotros, todos sois puertas para acceder a ella, todos sois necesarios para que la sabiduría perdure»

«Nuestra individualidad sólo es una manifestación más, formamos parte de un todo, TODOS SOMOS UNO «.

Este avatar se llamó INTERNET, pero no fue un recurso tecnológico en sí, fue un medio donde materializar la conciencia colectiva que somos.

Las generaciones de personas que vivieron en estos momentos de la historia fueron referentes para todos, sonsiguieron cambiar, los cambios empezaron a nivel individual, se fueron generando pequeños grupos que iban absorbiendo cada vez a más personas. Muchas de estas personas todavía hoy siguen vivas, cuentan que pasaron unos años de crisis, de transición, pero que cuando echaron la vista atrás, todo había cambiado.

Todo fue posible gracias a que recuperaron la confianza en sí mismos, crearon nuevos proyectos de vida, en los que el  objetivo era el bien común, la mayoría potenció sus habilidades en beneficio de todos y cambiaron su modo de vida respetando a la madre tierra que nos cobija.

Todos agradecemos nuestro pasado, y en concreto, esta etapa en la que me he centrado, porque es parte de nosostros, fue necesaria para llegar a este punto de evolución.

Nos centramos en el presente porque sabemos que es desde donde podemos VIVIR, Sin olvidar nuestra verdadera esencia, siguiendo el desarrollo que hay que seguir.

Hoy las tecnologías no se llaman así ni son lo que fueron, pero por establecer una  similitud, diré que la ENERGIOLOGÍA ocupa su lugar.