Dios, por medio de la palabra, creo al hombre y lo refugió en el paraíso, y allí vivió hasta que lo desobedeció y fue expulsado. A pesar de esto, Dios siempre fue venerado, amado y obedecido por los hombres, ya que sino éste podía castigarlos. Al pasar los milenios el hombre avanzó sin la ayuda de Dios, ya que éste lo único que hacía era atrasarlos con los mensajes de sus representantes en la tierra, y fue cuando muchos lo cambiaron por algo llamado Ciencia. La Ciencia explicaba que las cosas sucedían sin la intervención de Dios, y que era la Madre Naturaleza la realizadora de los milagros que los hombres veían todos los días. Así nacieron muchas ramas de la Ciencia, como por ejemplo, la medicina, la química y la física. . Con la física y la química, el hombre logró hacer máquinas. Las primeras eran muy rudimentarias. Muchas consistían en madera y piedra, pero con la invención de la imprenta y luego la máquina a vapor, el hombre de a poco logró cosas que antes eran imaginables. Logró cruzar los océanos en pocos días, y luego volar en grandes artefactos llamados aviones. A esto se lo llamó Tecnología.

  La Tecnología fue invadiendo el mundo del hombre, y como el Dios creador fue olvidado y en parte expulsado por la Ciencia, la Tecnología se volvió el nuevo Dios. Nada podía hacer el hombre sin la Tecnología. La usaba para trasladarse, para cocinar, para comunicarse y para muchas cosas más.

  Pero todo esto trajo problemas. Estas máquinas utilizadas gracias al Dios Tecnología producían desechos y muchos eran contaminantes. Destruían el mundo en el que vivían, y entonces éste comenzó a actuar de formas extrañas. El clima fue cambiando, algunos animales desaparecieron y otros se hicieron plagas. EL Dios Tecnología estaba trayendo problemas, y a pesar de eso le pidieron ayuda a él, e inventaron más máquinas para contrarrestar los problemas de las máquinas anteriores. 

  Los hombres comenzaron a analizar, y todo era culpa del nuevo Dios, la Tecnología. Pero ¿qué iban a hacer? ¿Qué podían hacer? Los análisis no fueron escuchados, y el nuevo Dios se apoderó completamente de todo, hasta llegar al punto que el hombre comenzó a hacer seres pensantes llamados robots. Ellos pensaron que se habían hecho dioses, cuando en realidad era la Tecnología la que controlaba sus cerebros.

  Finalmente, con los robots, la Tecnología reinó sobre la tierra, remplazando al hombre. El Dios Tecnología hizo su cometido, y eso fue bueno. En La Octava era, el Dios Tecnología pudo descansar.

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