Llevaba tiempo sin saber de él, otro día más de trabajo, un día de sol, otro de lluvia, otro nublado, montones de hojas pendientes de registrar, y ahí estaba … sumergida en sus recuerdos, absorta en su pensar … de repente se oye un portazo que la trae a la realidad.

–  No podemos quedarnos a comer en este cliente- dijo la encargada, – son las 12:30, puedes salir y regresas a las 14:30, yo iré a casa me queda cerca-

No se esperaba esa situación, puesto que todos los días se llevaba un bocadillo y solía quedarse a hablar por teléfono o a trabajar un poco más para reponer el tiempo perdido durante el día.

–  Vale- respondió, cogiendo sus cosas se dirigió a la puerta y se despidió de la encargada.

Encontró un banco en una plazuela cercana y se dispuso a comer el bocadillo y por supuesto absorta en sus pensamientos. Cuando había terminado de comer habían pasado tan solo 20 minutos, sintiéndose incómoda de estar tanto tiempo en la plazuela, se dirigió a un locutorio cercano para poder acceder a un computador mientras hacía hora para regresar al trabajo.

–  Hola, me da un computador por favor-

–  Si claro, cada media hora es 1Euro.

–  Vale,  gracias-

No tenía ni remota idea de lo que era conectarse a internet, lo había visto, pero como no tenía nada que hacer, miró a las personas de su alrededor …  estas escribían y leían y estaban ensimismados mirando la pantalla y preguntó al dependiente:

–  Disculpe, es primera vez que me conecto, me podría indicar como accedo a la página de diálogos que tiene el señor de al lado-

–  Si claro, es un chat, mire tiene que poner un Nick y elegir en que sitio quiere chatear y si desea hablar con cualquier persona que está en el listado hace click sobre el nombre y ya está, cuando quiera salir simplemente le hace un click en salir.

–  Muy gentil, gracias.

Por un momento, su mente dejó de estar en el pasado y entró a un mundo nuevo, un mundo virtual. Apenas puso el Nick e ingresó al chat un montón de ventanitas se empezaron a abrir solicitando dialogar con ella, ansiosa empezó a abrir cada una de ellas y a responder las preguntas y a preguntar a la vez y así hasta que el dependiente le dijo que se había pasado la media hora y si iba a estar otra media hora más.

–  No, gracias por avisarme-. Pagó y se dirigió hacia el trabajo, pero algo nuevo tenía en mente, pues la experiencia le había sido de su agrado.

Al día siguiente, su rutina había cambiado, puesto que a medio día ya tenía destinada, a raíz de las circunstancias que se le presentaron en el trabajo. Así que ahí estaba, pero más ansiosa, comiendo en bocadillo más rápido, el semblante más risueño y la mente por fin enfocado en otra cosa.

Finalizado el bocadillo si dirigió al mismo locutorio.

–  Perdone, me da un ordenador por favor-

–  Ah, si claro, pase, al número 5.

–  Media hora por favor-

Nuevamente entró al chat, ya un poco más suelta y empezó a hacer una selectividad con las personas que hablaba, empezó a chatear con gente de otros países, con la singularidad de que sólo veía letras, sin conocer absolutamente nada sobre ellas y de repente, una de sus ventanitas tenía escrito “tienes  e-mail para escribirte”, miró el reloj y le quedaban 5 minutos, preguntó al dependiente si le podía decir qué era un e mail? Y el dependiente joven y amable por supuesto le explico que era un correo virtual.

La muchacha se apuntó el Nick y le respondió, no lo tengo, recién me lo voy a crear, si estas mañana a esta hora, te lo doy.

Nuevamente, al día siguiente, como si se tratara de una cita, a la misma hora, ella estaba ahí, ansiosa frente al ordenador, esperando a que se conectara ese Nick que le había solicitado su correo electrónico “e-mail” a los pocos minutos allí apareció el nombre del Nick “yomismo” y comenzó la charla, intercambiando preguntas y respuestas, ella le confesó que no tenía experiencia con esto del chat y correo virtual, así que con ayuda de Yomismo se creó su primer correo electrónico.

El tiempo cada vez se le hacía más corto, así que tuvo que despedirse un poco apenada porque Yomismo no se podría conectar al día siguiente, pero le prometió enviarle un e-mail.

Y así semana tras semana, entre chats y correos, llegaron a pasar dos meses, en el que tanto pedirse fotografías mutuamente, ella por fin recibió la foto de él, al abrir el correo con el asunto que ponía “mi foto escaneada”, su corazón palpitaba rápidamente, ¡qué ansias tenía de conocerlo! y allí estaba, la imagen enorme que ocupaba casi toda la pantalla, se ruborizó al principio pensando que la estaban mirando a su alrededor, pero las demás personas iban a lo suyo … y ella se quedó ensimismada mirando a su nuevo gran amigo.

Aquel día, un viernes, había roto con su nueva rutina, puesto que había acudido al locutorio antes de marcharse a casa, se había quedado preocupada debido a que Yomismo no se había conectado a medio día por el chat y tampoco había recibido ningún correo suyo, pero ya regresaba a casa satisfecha y a la vez insegura.

Al llegar a casa, su familia la esperaba a cenar como de costumbre, por supuesto que todos ignoraban que tenía un amigo en el ordenador que era un perfecto desconocido bueno, aunque ella  ya le conociese por fotografía virtual, en fin, que tenía un amigo secreto y que le empezaba a hacer sentir cosas extrañas…  no habló durante toda la cena y se fue a acostar pronto.

En medio de la oscuridad de su habitación, no dejaba de pensar en Yomismo, le había gustado su fotografía y sentía deseos de escuchar su voz y de tener un encuentro real, pero tenía miedo de que lo que ella empezaba a sentir no fuera el mismo sentimiento que el de su gran amigo…

La idea de sentir que se estaba enamorando de un personaje virtual  y de que en su casa la tacharían de loca y sus amigas y en su trabajo. No tenía con quien hablar al respecto, tenía miedo, todo era virtual, todo excepto sus sentimientos .

El sábado por la mañana, dijo a sus padres que le quedaron unos archivos pendientes y que tenía que ir al trabajo ese día; en realidad se dirigió a un locutorio y volvió a abrir su correo y a ver la foto, respiró hondo y escribió una carta de despedida a Yomismo explicándole sus sentimientos y todo lo que había pensado durante la noche. Al finalizar la carta le escribió lo siguiente – PD: Si a pesar de todo me quieres seguir conociendo pero en persona, te dejo mi número ……, tu amiga virtual Sol.

A partir de ese día dejó de entrar en los locutorios, aunque sentía una gran tentación por hacerlo, quería ver si le había escrito, hasta que no pudo más y a la segunda semana entró al locutorio, en vista de que no tenía llamadas ni nada y al abrir su correo … sorpresa, había una respuesta, Yomismo le explicaba que él también tenía ganas de conocerla, pero la distancia lo impedía, pero que en un par de semanas viajaría por trabajo a su ciudad por un fin de semana y que la llamaría.

Al día siguiente recibió la llamada y quedaron para tomar un café después del trabajo, Yomismo en persona era menos guapo que en la foto, pero era un buen tipo, conversaron mucho, como grandes amigos, parecían amigos desde la infancia, quien sabe si en el futuro llegarían a algo más pero lo cierto es que si no fuera por los chats y los e-mails estas personas tal vez nunca se hubieran conocido.

FIN

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