Luminosa

–  ¿Cigarrillos?, ¡Qué romántico!

–  La enfermedad, hizo de la vida un arte.

–  Eso duele.

–  ¿Por qué habría de dolerte?, eres una persona sana.

–  Me duele por ti.

–  ¡Yo soy el arte!, ¿Has puesto una bella imagen de cigarrillos?

–  Pues, eso parece: un cigarro encendido a claroscuros, inhalado por una sombra sin nombre.

–  Seguro que con ella atraeré a intelectuales.

–  O dementes.

–  Con todo son interesantes. Gracias.

–  ¿De qué?

Una hora con quince minutos más tarde:

–  Hola.

–  Hola guapo, ¿qué tal te va?

–  La verdad estoy un poco asustado; vi tu imagen de display y bueno, quiero platicar, aunque ahora que doy en que eres mujer y traes lentes oscuros, me parece que eres misteriosa o espía.

–  Solo una de las dos, y además invidente.

–  ¡Oh!, lo lamento, si gustas dejamos la conversación.

–  No gusto, pero si así quieres adelante, solo dime antes por qué estás asustado.

–  Me da algo de pena contarte, sigamos hablando… ¿nombre?

–  Flavia, ¿nombre?

–  Tadeo, y vamos viendo qué tal, ¿edad?

–  17, ¿edad?

–  16, ¿país?

–  México, ¿país?

–  España, así que estás al otro lado del agua, pues te has salvado.

–  ¿Salvado?

–  Si, del cataclismo que espera a Europa.

–  ¡Vamos!, ¿dónde has visto eso?

–  En youtube; hay un usuario que alerta sobre el inminente impacto de un meteoro, que acabará casi por completo con Europa y ende España; busqué en google, y el tema se encuentra también en una cuenta de wordpress, la verdad tengo mucho miedo, todavía soy pequeño y vivo muy feliz.

–  Calma compañero, recuerda que sobrevivimos al 21 de diciembre del 2012, y mira el asunto, la tierra gira.

–  Pues el video dice que se espera el impacto en 4 o 5 meses más.

–  He escuchado sarta cantidad de videos en red o programas por canales de paga con ese tema del acabose y calamidades, y uno a uno he tachado por incumplidos, de tal forma que espabila.

–  ¿Te puedo preguntar algo?

–  Claro.

–  ¿Cómo haces para buscar y moverte en internet?

–  ¡Fácil!, he integrado el sistema braille a mi computadora mediante diferentes recursos y programas: me apoyo con el lector NVDA, mi teclado es braille, tengo un traductor e impresora con el mismo, que imprime documentos en relieve, también cuento con fine reader y escáner que reconoce textos impresos; por fortuna mi familia puede proporcionar esas cosas, sin embargo, hay ocasiones donde deseo más detalles sobre algo, y pido ayuda a mis padres o hermano mayor. También han considerado comprarme un ordenado tipo siafu, el cual no tiene monitor, pero produce textos en braille e imágenes en relieve de 2D y 3D, tiene micrófono y todo, pero jejeje, es algo costoso adquirirlo, de tal forma que se verá más adelante, aunque puede ser que las cosas cambien. Además, tengo buena idea de lo que leo o escucho, ya que perdí la vista a los 9 años por una enfermedad. Aunque bien, ahora mismo no ocupamos utilizar nada de eso, ya que estamos en video llamada.

–  ¡Qué pena!, y tienes razón, estamos en video llamada.

–  ¡Nada de lamentaciones!, la vida es preciosa a pesar de las tormentas.

–  Pues vaya, ¡qué positiva!, entonces, ¿no puedes accesar a una tablet o algo así?

–  Te diré que, todas las cosas que no puedo hacer sola, la familia me ayuda, en especial mi hermano, que es experto en manejo de tecnología computacional, estudia informática.

–  Me caes bien, ya no estoy tan asustado.

–  Tú también me agradas, dime, ¿qué tal queda la foto en mi display?

–  Jejejeje, pensé que eras un adulto, y que el tío de la imagen eras tú, pues nada que la foto flipa, te hace ver interesante.

–  ¿Qué es flipar?

–  Que gusta, alucina, ¿por qué un tío fumando?

–  Porque fumar es pecado y generalmente estos son delicias.

–  ¿Fumas?

–  No, pero sé sobre delicias, ¿qué imagen tienes tú?

–  ¡Ah pues!, yo tengo algo de Naruto.

–  ¡Ah si!, esos animes japoneses saturados de drama y violencia.

–  Mmm, se ve que no aprecias los animes.

–  Te equivocas, aprecio todas las cosas de este mundo, pero selecciono ciertas y esquivo otras, tengo mis motivos.

–  Uno al menos.

–  Aunque haya odio, horror y violencia, la vida tiene siglos cantando: como un vals lleno de sostenidos y caricias.

–  ¿Cómo lo sabes?

–  Ahora que no veo, escucho más.

–  ¿Y nunca volverás a ver?

–  Por eso te dije que las cosas pueden cambiar, existe posibilidad de cirugía, un trasplante.

–  ¡Fabuloso!, con eso de que ciencia y tecnología van corriendo y tal, a tiempo verás que si recuperas la vista.

–  Eso Tadeo, ha pasado a segundo término, hoy soy feliz.

–  ¿Qué hora tienes allá?

–  Son las 5:14 pm, ¿y tú?

–  ¡La ostia, que son más de las 2:00 am!, en unas horas debo ir al instituto, me despido Flavia, me ha encantado platicar contigo.

–  Desde luego que a mí también.

–  ¿Me pasas tu face?

–  ¡Va!, es flaviam95.

–  Te busco y agrego, vamos pues, un gusto, abrazos hasta allá.

–  Tadeo, ¿puedo pedirte un favor?

–  ¿Dime?

–  Aunque no te vea, no cierres la ventana.

–  ¡Vaya tía!, pues debo apagar el ordenador.

–  Deja tu sesión abierta, tenía rato que no platicaba tan a gusto por acá.

–  ¡Mejor!, te mando un audio cuento buenísimo del escritor Edgar Allan Poe, que entretiene y mola.

–  ¿Mola?

–  Encanta.

–  De acuerdo.

–  Y has de cuenta que sigo contigo, por cierto antes de irme, déjame decirte que eres hermosa.

Ella de inmediato se llevó las manos al rostro, y ruborosa continuó:

–  Gracias, tú también lo eres.

–  Flavia, no puedes verme.

–  Pero te escucho, buenas noches.

–  Gracias y, buenas tardes.

¡Cuántas cosas bellas pasan a cada segundo, cada instante de este holograma llamado vida!, recuerden estimados que los mismos, son estrellas en el llano manto, esta vez a Flavia y Tadeo la suerte favoreció, y sin ellos saberlo, una larga amistad sembraron, pero ¡cuidado!, que rufinos y rufianes andan siempre sin sueño: en las calles, el espacio o el cíber, agudicen sus sentidos, porque sico, socio, pedo, patas y filos, acechan con sigilo.

Flavia y Tadeo tuvieron suerte de amainar y diversificar sus acervos, mañana podría ser alguien de ustedes mas insisto, no quiten ojo de las p y las s. Que bien se encuentren y, ¡salud!

Atentamente: El hermano de Flavia, su servidor.