La leyenda del sauce llorón

Texto del reverso:

Querido Juan:

Anoche nos soñé en el pueblo. Paseábamos tú y yo por la orilla del río, como antes. Al despertar, recordé esta historia (o quizás la inventé, quién sabe):

“Érase un sauce encaramado a la chepa de un gorrión. Y no al revés. El gorrión, mosqueado, graznó:

-Eh, tú… ¿Qué haces? ¡Baja ahora mismo de ahí!

-¿Por qué? – dijo el sauce.

-¡Pues porque las cosas no son así! – voceó el gorrión.

El sauce, con las hojas enrojecidas de vergüenza, se arremangó las raíces como pudo, y de un salto, quedó arrodillado junto al río. Tapándose la copa con las ramas, gimoteó:

-Yo sólo quería cambiar las cosas, tener otro punto de vista…

El gorrión, tras recomponer su plumaje con el pico, pió a los cuatro vientos:

-¡Éste es un llorón!”

Y de ahí… de ahí le viene el apodo al sauce, Juanín. Cuentan que el pobre ya sólo veranea en las piscinas municipales… Te mando un retrato que le hice el verano pasado, estando aún yo en el pueblo. Este año tendrás que pintarlo tú.

 Destinatario:

Juan Risueño

Avda. de los sauces s/n.

2802 Ribera de los infantes

Firmado:

Tu abuelo