Esto no es el paraíso

Para: Ana Meldiva 

Parque de la Vida, 1

De: Marcelo Girs

Camino del Tunel, s/n

Hola Ana, mi amor:

Por fin, aquí estoy. Aunque te confieso que esto no es exactamente el paraíso: si bien se respira tranquilidad, casi siempre vago lento y sin rumbo en medio de una niebla gris que lo envuelve todo. Echo de menos el tacto de tu piel, el aroma de tu pelo y esa risa tuya tan contagiosa.  Soy consciente de que nunca los volveré a tener.

Te pido que me perdones por la forma tan abrupta en que me fui, sin un aviso previo. Estoy seguro que te repondrás del desgarro que te ha producido mi partida. Espero que no me odies mucho, ya sabes que este viaje lo tenía planeado desde antes de conocerte.

Admito que estoy ansioso de que vengas. Lo anhelo, pero no quiero ser egoísta, allá donde te quedaste, irradias luz, eres feliz. Aquí… no sé si esto te gustaría. A pesar de lo inevitable de nuestro encuentro, será a su debido tiempo: ojalá vivas muchos años más que yo. 

No olvides que siempre te querré, no importa que nos separe la delgada línea de la eternidad. 

Marcelo.