La hora del pan
Amaso, distraída, ignorante. La masa comienza a magnetizarme. De a poco me empiezo a olvidar de los cuarenta grados del verano, de la hora, del enojo. En cada movimiento una especie de amnesia me va limpiando. La masa empieza a levarse de todos mis excesos.Amaso por ritual. Amaso con desquite, con regocijo. Amaso por el orgullo materno...