LA PANADERÍA
Me despierto, con esa rara sensación de los sueños muy vívidos, tanto que incluso podía oler la harina en mis manos. Me las huelo. Recapacitas, no, está sonando el despertador, y es martes, vaya, mi peor día de la semana para madrugar sin ganas. Recuerdo ese olor…, levadura, sal, centeno… —Eh, que te quedas dormida...