Pan de madrugada
A esta hora, la mayoría de la gente duerme todavía. A Rafael le gusta estar solo con el chico que lo ayuda, entre las mesadas largas, las puertas de madera que resisten con dignidad, con enormes manijas que fueron plateadas. Hay muchos racks vacíos para acomodar las bandejas, no faltan repasadores limpios, los dos hornos...