Con miga
Si no puedes estar conmigo estate con miga, decías abuelo en una de las pocas frases que te recuerdo. Ese día me despertabas, no podía confiar en mi vista, todo era oscuridad y mis oídos estaban invadidos por respiraciones durmientes, tanteaba tu mano y juntos saltábamos los obstáculos de objetos inertes que poblaban el espacio...