Amasar es otra forma de amar
Siempre acompañaba a mi mamá a comprar el quintal de harina al molino, llevábamos una carretilla para poder traerlo por ese camino de tierra y piedras, porque mi vieja se aseguraba en comprar el más grande, antes de que se acabara la plata del mes. Desde muy pequeña aprendí a amasar, y a hacer sopaipillas con...