PAN DE VIDA
Se despertaba puntualmente a las dos de la madrugada. Luego de higienizarse y de tomar un cargado café negro, sus ajadas y viejas manos se preparaban para la incesante labor que venía realizando con tanto esmero, dedicación y amor desde hacía más de cuarenta años: elaborar el pan. No era panadero y no tenía un...