Otro día más, pensé para mí misma al prepararme para dirigirme hacia mi instituto al que tenía que ir mediante transporte público.¿Por qué tenía que volver a ese lugar tan horrible en el que ni los profesores tienen ganas de enseñar, ni los alumnos de aprender?Como sea, simplemente era parte de un ciclo de rutinas que se repetía al despertarme en la mañana.Cogí mis llaves del mueble al lado de la entrada, no me moleste en despedirme de mi madre porque sé que no me oiría y le daría igual. Suspire cerrando la puerta detrás mío sintiendo el frío golpeándome con la fuerza del invierno pleno en el que estábamos, y camine con paso lento hacia la parada del bus, notando como me rugían las tripas al no haber comido nada desde la cena de ayer.Saqué mí ya viejo Mp3 de la mochila que cargaba detrás y me puse los auriculares bloqueando cualquier ruido proveniente del tráfico a mi derecha.
Al llegar a la puerta de mi instituto me quité los auriculares y por el rabillo del ojo vi que alguien se me acercaba, me tensé hasta que noté que era mi amiga Arin, venia trotando mientras al parecer tarareaba alguna canción pop que habría escuchado esa mañana por la radio.En un ritmo alegre y un tanto infantil llegó a mi lado con una gran sonrisa la cual devolví siendo esta casi no notable.Me concentré en ella hasta que vi como estaban arribando un grupo de chicas que conocía bien, sabía lo que iban a hacer así que rápidamente cogí a Arin de la muñeca y tiré de ella hacia dentro. Tan solo… ¿Qué pasaría si ellas no existieran? Nada más pensar en eso sentí como algo cambiaba alrededor nuestro, me giré y vi que esas chicas ya no nos seguían, de hecho, mucha gente nos miraba con amabilidad e incluso ¿admiración? No le di más importancia y me dirigía a mi taquilla mientras me despedía de Arin ya que nos tocaba en diferentes clases.
Me senté en mi sitio y cerré los ojos sintiendo como el sueño se adueñaba de mi cuerpo y viajaba a otra realidad.Abrí los ojos y sólo percibí una oscuridad plena, di vueltas tratando de averiguar donde me encontraba, de repente, sentí como si algo saliese de mí y enfrente mío me vi a lo que parecía ser yo misma.Sorprendida di lo que sería un paso hacia atrás y mi clon se acercó a mí.
-Hola, Katelyn-Dijo-
-¿Quién eres y dónde estoy?-La respondí un poco acobardada por no saber lo que podría hacerme-
-Simplemente soy una Diosa del poder divino llamada Lucielle, he sido otorgada a ti como castigo de mi desobediencia. Estamos actualmente en un limbo de divinidades y mundanos, en resumen, eres mi ama y hare todo lo que digas si tan solo dices ¿Qué pasaría si…?Y lo que necesites. Solo tienes restringido el campo de Dioses todo lo demás es posible si así lo deseas-Mientras decía eso me miraba fijamente lo cual provocó que se me revolviera un poco el estómago–
-Espera-Me quede pensando unos instantes- Entonces cuando las chicas de esta mañana desaparecieron… ¿Fue cosa tuya?–
-Parece que lo vas entendiendo-Una pequeña risa se escapó de sus labios-
– ¿Y por qué eres como un reflejo mío?-Todavía estaba un poco confusa por lo ocurrido esta mañana, aun así, tenía curiosidad-
-Es mi forma para presentarme a humanos- Respondió seria-No tenemos mucho tiempo, así que ya sabes qué hacer si me necesitas…-
– ¡¿De que estas hablando?!-Un fuerte golpe hizo que todo mi cuerpo temblara-
La profesora me miro con cara de asco y levantó el libro de mi mesa mientras que mis compañeros se reían. Estaba harta de ellos, pero ya sabía que hacer… Me levanté de mi asiento tirando mi silla en el proceso y grite lo más alto que pude: “¡¿QUÉ PASARÍA SI MURIESEN TODOS LOS AQUÍ PRESENTES?! “.En un abrir y cerrar de ojos solo rojo me rodeaba, pero con una cara indiferente salí de la clase para dirigirme al aula donde estaba Arin.Abrí la puerta de par en par encarándome frente a una clase asombrada al verme cubierta de sangre, el profesor intentó interponerse, pero con tan solo un murmullo acabó como los demás.Me giré en dirección a Arin y nada más hacerlo vi su expresión de terror, lo cual me dolió ver, y de un empujón salió corriendo del lugar.La seguí de cerca, pero ella era más rápida que yo por lo cual nos llevábamos unos cuantos metros de diferencia, entró apresuradamente en su casa bloqueando cualquier otra posible entrada.Tras lograr derribar la puerta haciendo uso de mi nuevo poder la vi esconderse detrás de sus protectores padres.
–Arin…¿Por qué me tienes miedo?-Le pregunté-
-¡Mantente atrás monstruo!-Gritó su padre-
– ¡No te acerques por favor!– Dijo su madre con llorando, al parecer Arin les había contado lo sucedido…-
–Lucielle– Susurre- ¿Qué pasaría si todo menos Arin desapareciera? –
– ¡KATELYN PARA!- Oí a Arin gritar-
En unas milésimas de segundo estábamos flotando en una especie de vacío, estaba más feliz que nunca, tenía a Arin para mi sola, sin nadie que la pudiese dañar. Ella se volvió hacia mí y chilló:
– ¡¿Por qué me haces esto?! ¿Eres tan egoísta que pensaste que para protegerme era necesario todo esto? Nadie merecía esto...¡YO NO QUERÍA ESTO! –
-Ya veo… Entonces…Lucielle,¿qué pasaría si todo volviese a como era antes?– Dije con una expresión dolida por lo que ella había dicho-
Al parecer todo volvió a la normalidad y pedí a Lucielle si podía desaparecer ella también ya que no quería correr riesgos.Esto no era posible ya que no podía desvincularse de mi así que como última condicional: ¿QUÉ PASARÍA SI YO NO EXISTIERA?Con eso todos los problemas se solucionaron. Al parecer no soy tan egoísta, ¿eh, Arin?
OPINIONES Y COMENTARIOS