El libro de los alumnos del taller Talleres de escritura Fuentetaja y Fundación Escritura(s), 2020

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El libro de los alumnos del taller

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Admisión de originales: del 17 de abril al 15 de julio

Periodo de votaciones: del 16 de julio al 15 de septiembre

Fallo del Jurado: a finales de octubre

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EL FALSO ITALIANO 

Un día iba en el tranvía numero 14, que subía desde la plaza de la Cibeles, hasta la Plaza de Castilla. Era un trayecto que a mi me gustaba mucho. Subía por la Castellana, despacio, y paraba , a veces, cuando se salía el trole. Entonces el conductor se bajaba, y lo colocaba arriba, en...

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10

140

El Mendigo 

DIDO7

13/06/2020

El Mendigo Un hombre harapiento y desgreñado de mediana edad, con el lado izquierdo de la cara deformado, alargaba la mano en la puerta del templo, pidiendo limosna a los transeúntes. El ojo del lado zurdo parecía a punto de salirse, como si le hubieran encogido los párpados. Bajo él, la aleta de la nariz...

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9

222

UNA CITA INELUDIBLE 

Sé que Lucia está a mi lado. En realidad lo ha estado siempre Aparece ante mí el día que nos conocimos. Yo llegaba con el tiempo justo a la visita que iba a cambiarlo todo. Después de año y medio buscando trabajo, casi había perdido la esperanza de que mi vida se transformara mucho en...

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300

Subirse las bragas · 

Andrea Valencia

02/12/2020

Estaba en su habitación. Recogía su ropa con mucho cuidado y la guardaba en el armario. Yo permanecía de pie al otro lado de la cama, la observaba sin decir nada, sin mover un dedo. De espaldas, podía ver todas sus heridas a través del camisón. Las de «por si acaso» y las de verdad....

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Mi virgencita · 

josefina garcia

02/12/2020

Mi virgencita Por las tardes, cuando regreso de recorrer esta ciudad inhóspita y medio vacía, no puedo evitar mirar hacia arriba y saludar a mi virgencita. Ya estoy aquí, no me ha pasado nada. Se que es ella la que me protege, a mí y a todos los que vivimos en este edificio, aunque algunos...

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54

El peor empleado del mundo · 

Pablo Llanos

02/12/2020

Mi padre era tajante: o estudiaba o buscaba un trabajo. Y si no lo encontraba, trabajaría con él en la cafetería familiar. Esto último era algo que me causaba pavor. Así que empecé a aceptar empleos que, aunque bordearan la precariedad, la ilegalidad o el intrusismo, alejaban cualquiera de las otras alternativas. Empleos que perdía...

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137

EL CUADERNO · 

Nunca me encontré a gusto en la casa. A pesar de los grandes ventanales abiertos al jardín, a pesar de la amplitud de sus habitaciones, a pesar de la exhaustiva limpieza. Cada vez que había traspasado sus puertas, la delantera, la oficial, que solo se abría para las visitas de compromiso, o la trasera, que...

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55

EL SONIDO DE LAS CHINCHETAS · 

      Casi todos los días mis pies me llevaban hacia el tribunal. Digo que me llevaban porque mi vista estaba siempre ocupada en leer alguna demanda civil. Aquella mañana, cuando atravesaba la plaza ajardinada que hay antes de llegar, tropecé con una rama y, después de algunos pasos vacilantes, yo, mi traje, mi...

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72

Las infancias rotas · 

Daniela Baños

02/12/2020

La foto de la tía Marga llegó a mi habitación nueve días después de la desgracia. La casa todavía olía a los lirios que nos habíamos traído de su velatorio cuando mi madre la puso sobre mi mesita de noche. Desde el momento en que la vi, me entró un soplo frío al cuerpo que...

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El Espantapájaros · 

Katy Giraldo

02/12/2020

“El espantapájaros Parece humano Cuando llueve” Natsumi Seibi (1749 – 1816) —Abrígate, Genoveva, que no estamos en verano. La calefacción ha vuelto a fallar y con esta lluvia que cae la humedad cala los huesos. Jonás lo dice sin mirar a su mujer, que se encuentra en el sillón verde, mientras camina con pesadez hasta...

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Viaje a Salta · 

Una tarde de verano me quedé sin gasolina. Por suerte, era una de esas tardes perfectas que parecen preparadas para sonreír. Una de esas viejas tardes de verano que no terminan de aplastarte del todo, que te mantienen apenas activo durante toda la jornada hasta que se diluyen en la noche. Además, no me quedé...

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36

A él nunca le puse nombre. · 

Cierro los ojos y allí estoy, en plena noche, cuando nació aquel potrillo. La yegua relinchaba en la cuadra, estaba claro que algo iba mal. Encendí la candileja y me encaminé al establo. La nieve me impedía avanzar con rapidez y la helada de la noche aún no se había marchado. Recibía su azote y...

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56