Subirse las bragas ·
Estaba en su habitación. Recogía su ropa con mucho cuidado y la guardaba en el armario. Yo permanecía de pie al otro lado de la cama, la observaba sin decir nada, sin mover un dedo. De espaldas, podía ver todas sus heridas a través del camisón. Las de «por si acaso» y las de verdad....