Mamá
El timbre sonó a las ocho de la tarde, según habían acordado. El hombre abrió la puerta e invitó a la desconocida a entrar. La condujo al dormitorio, donde ambos se desvistieron. Fue ella la primera en ceder al rubor del cuerpo desnudo. Se deshizo de la ropa que la cubría con cadencia lenta,...