Herencia Rusa
No recuerdo en qué instante acepté aquella promesa. Quizá nunca hubo un momento concreto; tal vez me encontré ya dentro, como si siempre hubiese sido parte de ese pacto sin saberlo. El libro estaba allí, apoyado sobre la mesa, pesado, de lomo negro y letras doradas que parecían arder bajo la luz de las velas....