Inicio 2005. Yo trabajaba en una colonia de personas ricas, como jardinero y mantenimiento de piscina, me gustó esa etapa, lo que no me gustó, ni ayer ni hoy, es atender a algunas de esas gentes porque, no son muy agradables o no te tratan como un ser humano porque te pagan y sos un utensilio más; tomé la mejor decisión que pude, terminar mi diversificado nocturno, para conseguir otro empleo; también antes, trabajé como albañil principiante, pero por problemas de columna es un trabajo que no puede ejercer y ahora menos aún; quería escapar de aquella casa o trabajo, simplemente porque la dueña, la señora de la casa, a veces parecía bipolar y por querer de ella escapar, se que tome una muy mala decisión y perdí una magnífica oportunidad; me gradué con honores de Perito Contador; pero un año antes, estuve yendo a trabajar por horarios específicos y eventualmente, para una agencia de gestiones aduaneras de un puerto, Sertobar, sin que afectara mi trabajo en aquella casa, pues gracias a Dios y mi esfuerzo, en 2005 me gradué, renuncié al trabajo, aquella agencia de gestiones aduaneras, me contrataron de inmediato; yo muy feliz, me gustaba todo lo que allí hacía, casi nada que ver con mi carrera estudiantil, pero aprendí mucho y me sentía muy apreciado por los gerentes dueños de aquella agencia y además mi jefe inmediato fue mi prima, Amaya, todo muy agradable, no se si se hace igual en todos los países, pero acá en Guatemala, para poder graduarse del diversificado, se debe hacer una prueba o examen práctico, para lo cual muchas empresas brindan oportunidad a los estudiantes a sacar su prueba práctica dentro de sus instalaciones, y contratan a los más pro activos, si tienen una plaza, Sertobar no era la excepción. Yo trabajé siete años para esta agencia.
Pues resulta que en una ocasión, la agencia había contratado a un recién graduado y por ser nuevo, pues le obligamos a seguir una regla y pues él, Cristofer, era el encargado de recibir todas las llamadas de la planta telefónica, la cual era inalámbrica; un día, no habían trámites aduanales por gestionar y pues decidimos como compañeros de sede y amigos, salir a comer, almuerzo, hasta la cabecera departamental del municipio portuario, en el que se encontraba la sede, como a unos cincuenta kilómetros, habían mejores restaurantes, pues que decidimos irnos a comer hasta allá; pero para no perder contacto con la agencia central, que decidimos llevar la plata telefónica que funcionaba en cualquier lugar, por aquello de que nos informasen de algún o muchos trámites para gestionar, pero tuvimos que viajar en microbús y metimos la planta telefónica en una mochila escolar y se la dimos a Cristofer, quien era el obligado a recibir cualquier llamada entrante, y entra una llamada y pues todos los cómplices empezamos a decir a Cristofer, frente a todos los usuarios del microbús; Cristofer, anda hombre, responde tu celular y aquel jovencito todo intimidado y con el rostro rojo, sin poder negarse, saca la gran planta telefónica y responde la llamada, todos los demás cómplices nos meabamos de las risas haciendo bullying al pobre Cristofer, diciéndole así: ¡qué pequeño es tu celular Cris!, ¿qué, no pudiste haber conseguido otro más grande?;
aquel chico respondió la llamada, todo rojo y tímido, pero también rio un montón con nosotros, también los otros usuarios del microbús rieron, pues se enteraron de que era broma porque allí mismo hablamos del trabajo que se informó en aquella llamada; igualmente la jefe inmediato, Amaya, también recibió el informe en su celular particular sobre el único trámite del día y que el día siguiente si que íbamos a sudar tramitando; entonces aquel único trámite, le tocó gestionarlo al tacaño del grupo, porque no quiso salir a gastar junto a nosotros, y pues seguimos con lo del celular de Cristofer y la pasamos muy bien, en medio del horario laboral.
Después hicimos algo similar, pero esta vez, hasta la capital, como a cien kilómetros, pero esta vez sin el celular porque ya sabíamos que no iban a haber trámites durante el día, fuimos a un casting de “La Academia”, porque me gusta cantar aunque, siempre amateur; hice una cola como de tres hora y llegué al primer filtro, hice el casting, me pidieron cantar dos canciones, pero no pasé del primer filtro.
Después de tres años, 2008 Chiquita me subcontrató como su tramitador, allí duré cinco años; aunque siempre pertenecía a Sertobar; allí en Chiquita, me ofrecieron un par de posibles puestos directamente con ellos, pero nunca se dió, allí también sucedieron situaciones muy agradables a pesar del estrés del trabajo; pero bueno, nunca obtuve ningún puesto, mi jefe inmediato, Amaya, me informó en tiempo de vacaciones, sobre una empresa que estaba contratando a un servicio al cliente; la jefa me dice: mira, en chiquita sólo cuento te han dado, y en Sertobar, aquí en la sede, no hay pa donde crecer, sólo que me quites mi puesto; vete a hacer la entrevista y a ver qué, esto fue en el 2012, fui a la entrevista y me contrataron, DCS, las siglas del nombre de la empresa, trabajé con ellos desde finales del 2012 hasta el 2016, allí fui más maduro; fue una experiencia muy excelente, patronos tan buena gente; allí empecé a crecer laboralmente y pues pensé en seguir la universidad, porque había para donde más crecer; pero a finales del 2015, diciembre 10, sufrí un accidente en motocicleta sin casco, caigo de cabeza, como un clavado, casi muero, perdí la memoria, no sé exactamente qué fue lo que sucedió, ese día ni en un mes, me cuentan que tuve que ser alimentado como bebé, aprendí a caminar otra vez, pues que estoy vivo de puro milagro, sufrí grado dos de trauma craneoencefálico, y pues las secuelas me llevaron a renunciar en julio del 2016, y hasta hoy estoy desempleado, trabajo aquí y allá, mi vida jamás volvió a ser igual.
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